Laurel y Hardy, criado y cocinero de un anciano soberano al exilio, hacen fracasar el atentado que intentaban perpetrar los enemigos del antiguo rey. Hasta aquí la breve sinopsis de Everson. Según comenta y es un tío que sabe mucho el montaje efectuado por los técnicos de la Metro resultó fundamental para que la película fuera superior a la anterior que fue The Big Noise. Pero a pesar del talento de Sam Taylor el declive de nuestros amigos era imparable y es por eso que Nothing But Trouble a pesar de tener gags graciosos carece de ritmo y fuerza cómica.

Las películas de Laurel y Hardy suelen ser bastante irregulares en general. Quizás esto se deba a la gran cantidad de películas que llegaron a hacer, muchas más que otros grandes del humor que comenzaron en el mudo, como Harold Lloyd, Keaton o Chaplin. Eso no quiere decir que sus películas sean malas, simplemente que no suelen estar demasiado bien cuidadas a nivel de argumento, y suelen ser bastante repetitivas, ninguna de sus películas alcanza el nivel de, digamos, "La Quimera del Oro", "El Maquinista de la General" o "Una Noche en la Ópera". Por otra parte, también es cierto que la mayoría de sus películas proporcionan el suficiente entretenimiento como para resultar interesantes.

Esta película es un buen ejemplo de esto que estoy diciendo. Se trata de la típica película de Laurel y Hardy, con un argumento absurdo como pocos y llena de topicazos, pero que se salva por esos buenos momentos de humor que aporta, que son muchos. Hay momentos hilarantes que salvan completamente la película, como las escenas en la cornisa, el zoo, o el partido de fútbol americano.

Así que ya sabes, si te gusta en general el cine de Laurel y Hardy la disfrutarás, como con la mayoría de sus películas. Si no es tu tipo de humor, seguramente ni la veras, ni leerás esta crítica.