Juntar de forma tan extraordinaria, historias tan diferentes (a priori) y acabar entrelazándolas tan magistralmente sólo merece calificarlo de obra maestra. Si a esto se le suma, incluir una banda sonora sublime usada intencionada y magistralmente en ciertas escenas (el accidente y la de la niña), obtenemos un orgasmo cinematográfico difícil de superar. Excelente.

Rescatando del pasado a los viejos, entrañables y míticos personajes, me hacía presagiar un resurgimiento real de mis momentos memorables de infancia. Sumado a ello la aparición del nuevo malo malísimo, estaba ante uno de los momentos más deseados y soñados en muchos años.
El principio de la película promete, el villano es la auténtica personificación del lado oscuro, con un par de momentos realmente espectaculares, haciendo incluso olvidar por un instante a Darth Vader. Es tenebroso, malvado, cruel. Hasta que se quita la máscara y ahí acaban todas mis ilusiones.
Conforme avanza el film, el malo no es tan malo, los nuevos aportan poco carisma (excepto el nuevo droide, divertido, fresco y que seguro será icónico... y Rey, la mejor sin duda de la nueva saga). Echo en falta los espectaculares enfrentamientos con espada láser de los episodios I, II y III. Pero sobre todo extraño (y mucho) a John Williams (¿dónde estás John?).
El resultado es un Star Wars descafeinado, sin su esencia y magia, sin sus escenarios y sin sus mundos tan propios.
Mi decepción continuará hasta el estreno del Episodio VIII, momento en el cual espero descubrir que ésta haya sido sólo un tránsito para encontrarnos de verdad con el renacer del universo Star Wars.

Mi crítica va a ser tan breve como esta película merece, una penosa y nada realista adaptación del original así como penosamente orquestada en todos los sentidos, es pésima, sin nada positivo que destacarle, sin lugar a dudas es de lejos la peor película que he visto en mi vida.