Es la película más pepino que se ha hecho jamás, me la regalaron con el telepi cuando tendría 6 o 7 años y desde entonces la he visto más veces que mi propia cara, me salvó la puta vida, y me sacó de muchos malos hábitos, me hizo ser más amable con los animales y temerle a las plantas y a las arenas movedizas. Ahora vivo en Lavapiés y los africanos son mucho de tocar tambores a horas intempestivas, y a veces cuando lo hacen pienso que me estoy acercando al juego y me pongo nervioso. No sé si jugaría, la verdad. Pero la película está muy bien, un palazo lo del suicidio del pive éste.

Es posiblemente la mejor puta peli que he visto en mi vida, inmejorable, la he visto hoy con dos colegas comiendo pizza y nos hemos partido el ojete mil veces, además la trama es compleja y te mantiene en vilo toda la película, aunque la Klara decía que al final flojea un poco yo creo que es porque no se puede estar arribísima todo el rato, me ha flipado, y el bebé es monísimo, y el niño gordito tambiém, nos ha encantado entera, yo estoy en un sitio de okupas donde a veces ponen pelis y voy a ver si me dejan ponerla para que lo flipen los chavales del barrio, aunque el filtro especista no lo pasa del todo.

Gran película. De desarrollo pausado pero trama impecable. Recomiendo conocer un mínimo de los conflictos del Líbano a finales del siglo XIX para no liarse con los acontecimientos históricos y los actores políticos. La vi ayer, domingo por la tarde, tras un atracón de pasta con tomate y sin apenas resaca; confieso que en lo más profundo de mi ser yo deseaba únicamente ver la de Pokemon: Detective Pikacho pero todavía está en el cine y solo intentarlo ya supone comerse mil anuncios de poias por lo que le pregunté a mi querido amigo Alex Rodrigo director de la Casa de Papel, Vis a Vis y el Embarcadero por una película "buena", entendida dicha etiqueta desde el juicio y la luz que puede aportar él como profesional del gremio y entusiasta cinéfilo, y esta me recomendó. Cuando vi que era canadiense pensé valiente mierda a lo lars von trier que me voy a comer pero la verdad es que luego me gustó. Aún así, si tenéis dudas entre verla o no y no habéis visto "Bejé Jefazo: Un Jefe en Pañales" no lo dudéis un momento. Es la mejor peli que hay. Podéis dudar entre Carmena y Sánchez Mato, pero no entre Bebé Jefazo y otra peli.

e aquí mi crítica cinematográfica: no eres consciente de lo triste que estás hasta que la ves y es que en apenas una hora de largometraje Jonás Trueba lleva a cabo un descarnado retrato de lo que pasa cuando sobrepasas del todo los 30 y digo descarnado cómo podría decir pornográfico o megalítico o como podría decir hermano esa peña soy yo y mis colegas surfeando la tercera crisis mundial de nuestras vidas a base de masticar sumiales con ron cola mientras bailamos en fiestas en las que ya hace tiempo que somos lxs más viejxs pero seguimos pensando que rosalia y bizarrap nacieron en el mismo año que nosotrxs y peleando en twitter sin terminar de entender del todo tiktok mientras una hipoteca y unxs críos y una vida que es otra cosa están ahí tirándote la puerta abajo como un cuerpo de antidisturbios en un desahucio y no sabes si oyes los golpes pero los sientes en el vibrar del pecho y lo jodido y lo que pasa es que la verdad es que se sienten bonitos porque la vida es eso o parece que al final era eso pero nadie te lo había explicado aunque tú hacía tiempo que quizás habías empezado a entenderlo. La pongo un 7/10 y recomiendo el Bebé Jefazo.

Pikacho es un auténtico machirulo. No era necesario. Teníais unos muñecos monos, una infinidad de historias que contar con ellos y el foco mediático que aporta una de una de las mayores y más taquilleras series de dibujos de la Historia, ¿Y qué hacéis con ello? Un pikachu machirulo, al que sólo le falta sacársela fuera para poner la guinda a una película de mierda. Vosotros parece que no lo sepáis pero no a toda la gente que nos gusta Pokemon nos vale con ponerle la mierda de gorra del Inspector Villarejo a Pikacho y concatenar una hora y media de escenas de acción insulsa con conversatorios absurdos sobre convencionalismos sociales americanos como la importancia de la familia normativa, o lo bueno que es tener amigos, ya sean estos pokemones o personas. Es que ni entendí la historia os lo juro. Son como escenas de saltos, choques y peleas pegadas entre si con celofan y, de vez en cuando, el detective pikacho AKA Hermann Tersch un sábado noche soltando una frase que bien podría ser de Fiti el de Los Serrano. Qué asco me dais. Los que habéis hecho esta película os merecéis un alcalde como Almeida, nosotras las fans de Pikacho no, pero vosotros sí.