The Shield es una serie de polis, asesinos, gángsteres y pandilleros. Pero, además, The Shield es muchos más: es una serie con un estilo de rodaje que te inmiscuye en primera persona en cada historia; es una trama dantesca; es una línea argumental sin trampa ni cartón; es un conjunto de perfiles psicológicos coherentes de principio a fin; es una angustia y un sufrimiento permanente; es una empatía con las víctimas y los culpables; es un guión perfecto; es un reparto que actúa de forma soberbia; y es mucho más.

Para mí, devorador insaciable de series, The Shield ocupa uno de los 3 primeros puestos de las mejores series de la historia.

Por cierto, respetando la crítica de otros usuarios, me parece muy pobre decir que The Shield es un poli malo que salva a gente con métodos heterodoxos, etc. etc. Con esos argumentos podemos tirar por tierra cualquier obra maestra. Por ejemplo, ¿hablamos de El Padrino? Un señor que manipula para conseguir lo que quiere... ¿Testigo de cargo? Otro tio que presuntamente se carga a una vieja para conseguir una herencia...¿El golpe? Dos timadores de poca monta que quieren vengar a un colega... Por favor, respetando todas las opiniones, sería importante que para hacer una crítica se utilicen argumentos ricos y sólidos, valorando de manera inteligente todos los elementos que componen el metraje.

Cuando me recomendaron ver esta serie, pregunté: ¿De qué va? Respuesta: Un tío, con cáncer, que para dejar la vida de su familia medio resuelta, dilucida un plan perfecto, aprovechando sus nociones de química: "cocinar" droga.

Me pareció tan ¿grotesca? la idea que, por puro morbo, decidí verla; y tan sólo puedo decir que es una auténtica joya. Es todo en esta serie lo que la hace merecedora de dedicarle 45 minutos al día: la ardua fotografía, el espléndido guión, la magnífica trama, la tremenda interpretación (Giancarlo Esposito, ¡bufff!, Bob Odenkirk, ¡espectacular!)

Ojo a aquellos que busquen aquí una historia con final feliz, normal o meramente entretenida, porque no la encontraran.

De los 6 capítulos que componen la primera temporada, algunos son casos y resoluciones demasiado fáciles, otros tremendamente impactantes, pero de ninguna manera te deja indiferente. Destacar el planteamiento de los capítulos, que rompe con el típico modelo de ocultación del criminal hasta el final de la trama, lo que la hace más interesante.

Daré una doble opinión: por un lado, pienso que salvo porque se contrata un elenco de actores, actrices, productores, escenarios, atrezzos y demás aspectos propios de una película, todo ficticio, podriamos estar hablando de una historia real, próxima a cualquier litoral español, una representación de 10 de la corrupción urbanística y económica que se respira(ba) en nuestro país.

Por otro lado, mi segunda opinión: ¡enorme, grande, apoteósica miniserie! ¿Qué reluce en ella? El guión, los vacíos explicativos, los actores y actrices magistrales (Pau Durà, ¡qué m-a-r-a-v-i-l-l-a!, Pepe Sancho, ¡qué decir!), la trama, los espacios, la cabecera...

Puede que esta serie sea como los eclipses: pasan muy esporádicamente. Magistral

Pienso que la serie sabe mezclar, de forma magistral, tonos de humor con dosis dramáticas, promoviendo la risa (incluso la carcajada), la emoción, la reflexión y la adicción a 20 minutos de buena serie. Ya quisieran muchas megaproducciones llegar a la altura cualitativa de interpretación, documentación y guión de Scrubs.