Como en tantos otros aspectos, en Bélgica también existen diferencias, 'enemistades' entre los unos y los otros, geográficamente hablando, aunque la cultura (musical en este caso) aúna ambos 'contendientes'.
Me resultó una de esas pelis gratificantes por cuanto que conociendo personalmente dicha situación (por cierto, en Bruselas existe un barrio 'Les Maroles' en las que son dos lenguas y un dialecto -el bruxelois- las que se 'hablan') pretende despejar las diferencias existentes en virtud de lo que une y no de lo que divide. ¿Algo ingenuo?
Tal vez aunque es muy recomendable tomar en consideración este asunto que lleva 'lastrando' la convivencia, como la de Madrid-Barcelona, Betis-Sevilla, etc.

Curiosamente esta peli parte de una falsa premisa en tanto que las pruebas que se hacen a los pacientes demuestran que se activa todo el cerebro. Si no se utilizase el 90% restante del cerebro no tendría sentido la existencia del mismo. Conclusión: peli de pura ficción. ¿Entretenida? Cabe dentro de lo posible.
A mí particularmente me entretuvo y punto. Nada que destacar. Su director Luc Besson se mueve dentro de ese esquema que le caracteriza como por ejemplo El quinto elemento, Valerian y la ciudad de los mil planetas, Nikita dura de matar y otras por el estilo.