Hoy no me apetece ver un peliculón, voy a probar con esta de Jim Carrey, es lo que me dije momentos antes de verla... ignorante de mí...
Si me gusta tanto el cine es por sorpresas como la que esta película me dio, por momentos en los que una película, te hace pensar, sentir, identificarte, cuestionarte ciertas cosas... y esto es algo que escasas veces encontramos en un film.

Eternal sunshine of the spotless mind, nos hace recordar, sumirnos en nuestros pensamientos mientras disfrutamos de la película, y nos hace aferrarnos a ellos al ritmo que esta nos marca. Kaufman y Gondry nos ofrecen una obra de ficción eso está claro, pero a la vez real, real como la vida misma en la que vemos nuestros propias virtudes y defectos, lo fantástico, mágico, maravilloso y a la vez insoportable que trae consigo estar enamorado.

Una genialidad, es una idea estúpida convertida en una genialidad, una película que no quieres que se acabe, una película que no quiero olvidar.

Perdonen señores, pero es que me he emocionado al verla.

¿Scorsese haciendo una película familiar? Sí, y ya estoy esperando a la segunda.

Cuando me pongo a ver una película como esta, inconscientemente cambio completamente para convertirme otra vez en el niño de 7 años al que le ilusionaba todo que solía ser, es mi escudo, mi burbuja, de esta forma este tipo de películas no me pueden defraudar... de todas formas, tras verla, me di cuenta de que no me podría haber defraudado ni viéndola con una mirada crítica en vez de con los ojos de un niño.

Es una historia más, muy original, cuyo destino es hacer un homenaje al cine primigenio, al gran Méliès y a través de este homenaje, transmitirnos la sensación de esas primeras veces, la magia de ver algo inexplicable por primera vez. Para llegar al destino pretendido, se parte de la historia de un niño, un niño huérfano cuyo único legado de su padre es un muñeco autómata olvidado que estaban arreglando. Su misión en la vida, va a ser arreglarlo.

Un homenaje al cine, a través de una historia de cuento, mágica, maravillosa. Unos efectos visuales muy logrados acompañados de una buena banda sonora, vestuario, fotografía, montaje... Un todo que hace de esta película algo especial.

Personalmente, me encanta la mini-historia que Hugo ve a través de los relojes que arregla, como si de su sala de cine particular se tratara.

Emocionante, mágica, maravillosa.

Mi insana adicción por las comedias románticas y por el bueno de Steve Carell me llevó a ver esta película, de la cual no esperaba nada especial, mas bien, me esperaba otra comedia tonta, pero en este caso de tonta no tiene nada. Funciona.

No sé hasta que punto se le puede llamar comedia, tiene sus momentos graciosos, pero tiene un marcado espíritu de drama romántico. Nada sobresale en esta película, ni guión, ni actuaciones... pero es entretenida, y no se derrumba cuando llega el clímax como muchas otras.

Es una película bonita, donde se muestra el amor desde distintas perspectivas. No te vas a caer del sillón de la risa (si lo que buscas es eso, esta no es tu película), pero si lo que quieres ver es una comedia romántica, esta juega en una liga distinta de la gran mayoría.

Buena película para pasar el rato sin más pretensiones.

Es una película que no busqué, se me pasó (joder, cómo se me pudo pasar...), la vi por la recomendación de un amigo, de esas que por el tono de voz y la ilusión con la que te lo cuenta, sabes que va a ser buena, y la verdad es que no se equivocaba.

Es una película que te hipnotiza, y no logras entender si es la tranquilidad y a la vez intensidad con la que la historia se muestra, la música que lo envuelve todo y se funde en una perfecta simbiosis con la película, la caracterización de los actores que nos enseñan cómo el silencio puede comunicar más que diálogos innecesarios, la puesta en escena, las luces de neón... no sé lo que es, pero cuando te das cuenta ya estás enganchado y sabes que lo que estás viendo es único.

Persecuciones, violencia y amor como nunca se habían contado.
Bravo Nicolas Winding Ref, esto es cine con mayúsculas.

Una de las mejores del 2011 si no la mejor. Si no la has visto, este es un buen momento.

Woodie Allen tiene películas geniales, mediocres e insufribles. Esta es la premisa que siempre te planteas antes de ver una dirigida por este peculiar personaje.

Sin duda, esta película es una de las buenas de Woodie, de las que te ves absorbido en su trama. Suspense en estado puro. Un argumento fascinante. “Más vale tener suerte que talento” narra nada más empezar y razón no le falta, pero en esto del cine, o demuestras tu talento, o por mucha suerte que tengas, no sale de la nada una película como esta.

Woodie Allen consigue aguantar la tensión hasta el momento perfecto, en un relato magnífico sobre la suerte, el amor y la pasión. Unos personajes muy bien caracterizados, que actúan de forma muy natural, y que de la mano del genial director, nos muestran como pocos han hecho la situación del infiel, la engañada y la amante.

Es una película para repetir y disfrutar otra vez.