Excepcional, maravillosa, entrañable, insuperable...

Todos los adjetivos se quedan cortos para calificar la -para mí- mejor serie de televisión de todos los tiempos. Fuente de inspiración de casi todas las series de comedia que han venido despues, y algunas siguen: Frasier, por ejemplo.

Fundamentalmente las primeras temporadas con la espléndida Shelley Long.

Aquellos jóvenes o no tan jóvenes que no la vieran en su día deben buscarla urgentemente. Otra cosa es que la encuentren porque, lamentablemente, no se encuentra más allá de la quinta temporada, y eso con suerte.

Es una pena.

Acabo de ver, creo que por cuarta vez, esta sensacional película. Y esta vez en la pantalla de un ordenador, con lo incómodo que resulta.

Pero da igual.

Esta obra maestra resiste eso, resiste el tiempo y resiste lo que le echen.

Extraordinario guión, extraordinaria interpretación, extraordinaria fotografía...extraordinario ritmo.

Tiene mi diez desde antes de este último pase, pero se lo volvería a dar.

En cuanto a la muy respetable crítica que me precede, malo es que se dé una puntuación sin terminar de ver una película, como reconoce, y más en esta "prestigiosa página", pero que encima se ose verter una crítica ya me parece alucinante.

Pero en fin, ya lo decía aquel gran filósofo ( ¿ o era torero?, je): "Hay gente pa tó".

Resumiendo:
El que no haya visto aún esta película tiene un deber ineludible.

La toma de la colina, que ocupa una hora de la película hace perdonar todas las posibles imperfecciones: cierta pretenciosidad, la duración, etc, etc..

En resumen, aquel amante del cine bélico que no la haya visto es imperdonable que no lo haga.

Curioso además el reparto. Actores consagrados esbozan apenas un cameo.

Grande Malick

He tenido que esperar a la tercera vez que he visto "Luces de la ciudad" para animarme a subirla de 9 a 10 y para escribir estas líneas. No soy aficionado a Chaplin. La mayoría de sus películas, también alabadas hasta el paroxismo en ésta y otras páginas no consiguen llegarme. Es más: políticamente disiento bastante del pensamiento de Chaplin. Tiempos Modernos y El Gran Dictador son ejemplos de cintas que incluso me hacen sentir mal. Pero "El Chico", a ratos, y sobre todo esta sobrecogedora obra de arte que es "City Lights" hacen que me rinda. Si de tres veces que veo esta película el final me hace llorar las tres veces es que, señores, una de dos: o me estoy haciendo mayor, o esto es cine.