Por estas aguas camina el cine de gánsters hoy en día... comparadas a las películas de los 70, 80 y 90 de este género, ésta película no llega ni a botones.

Si juntáramos El Caso Bourne, junto con Bienvenido Mr. Marshall y Yo soy la Juani, tendríamos como resultado la película de la que estoy hablando. Con un reparto cargado de actores experimentados como Bruce Willis (Pulp Fiction) o Sigourney Weaver (Alien), junto con actores novatos que cuentan con sus primeras oportunidades como Henry Cavill (Inmortals) o la española Verónica Echegui (Yo soy la Juani) la película es una sucesión de clichés despectivos, tanto como para los españoles, presentando a la policía como un atajo de inútiles o juntando geográficamente Ciudad Universitaria con la Plaza Mayor, como para el género de películas de acción con el típico héroe americano que se niega a ir a un hospital aún con tropecientas costillas rotas (eso sólo es creíble con Bruce Willis). El guión intenta ser un amago de acción-intriga seria al estilo de Misión Imposible, pero al igual que muchas películas que intentan mear fuera del tiesto, fracasa estrepitosamente.

La fotografía nos deja unas estupendas vistas de la Riviera levantina española (también hay que decir que hasta un niño conseguiría buenos planos con semejantes vistas) y una iluminación un poco vaga en exteriores de noche. El montaje si es algo que merece la pena, sobre todo en las persecuciones por las calles madrileñas, y que después de ver la destrucción a la que se ha sometido Madrid en esta película, me sorprende no haberme enterado de que se habían cargado a media capital.


Los actores hacen lo que pueden con el grado de seriedad que les ha proporcionado el guión. Cavill no lo hace mal, pero al final su personaje resulta monocorde, al igual que Sigourney Weaver que se limita a hacer de mala. Bruce Willis está en su línea de sargento militar, y Verónica Echegui cumple en su primera incursión hollywoodiense, al igual que Óscar Jaenada, cuyo personaje es un calco del de la serie de Telecinco “Piratas”.
En definitiva, puede que peque de sensiblero, pero voy a poner un 2,5 a la película por el mero hecho de que sale Bruce Willis, porque las persecuciones resultan creíbles y porque, no lo neguemos, todavía se nos cae la baba cuando viene Mr. Marshall.

Una lástima que el guión no hubiese caído en manos de Guy Ritchie o de Tarantino porque estaríamos hablando de un peliculón.
Una historia al estilo de las del ex de Madonna, que con un reparto espectacular, con un sobresaliente jeremy piven, posee acción justificada (de la que mola), una trama compleja a la que estamos invitados a intentar resolver, muchas curvas con sorpresas y un final un poco precipitado pero válido. Es una película que se puede ver con ganas incluso más de una vez y que pudo llegar a ser una gran película pero que se quedo en intento de buena.

Esta película es buenísima, las canciones, la perfecta animación, el gran doblaje en castellano.... y esa magia impregnada en las películas para niños. Yo la vi de niño y me encanta desde siempre. La gente que se empeña en criticarla y descalificarla porque no se ciñe a la perfección a la historia real, me pone nervioso. ¡Es solo una película para niños por favor! No es una clase de historia. Para ver cine realista y sincero que se pongan cine de autor porque si criticamos a esta película por no ceñirse a la realidad estaríamos criticando a todas y cada una de las películas que ha hecho Hollywood de temática histórica. Es una grandísima película y ya no se hacen pelis así.

Creo que estamos hablando de una film muy minusvalorado. Es una película para inteligentes, la sinopsis se podría resumir en ésta pregunta: ¿Por qué?. El eterno conflicto entre ciencia y religión encuentra una tregua en forma de historia de amor entre Foster y McConaughey. Es de las pocas películas de ciencia ficción que da una respuesta medianamente científica y cuerda a la desesperación existencial del ser humano y mediante el personaje de Foster da voz a la persona que todos llevamos dentro y alguna vez se ha preguntado mirando al cielo ¿que hay más alla?.
Cabe destacar el sonido y la banda sonora que maneja magistralmente la interpretación musical para acompañar a escenas inimaginables para una mente humana.
Las interpretaciones no son dignas de clamar al cielo, pero Foster compagina muy bien el papel bipolar de su personaje, la mujer terrenal, con sus quebraderos de cabeza amorosos, su cabreo cuando la pisan en el trabajo y el vacío de la muerte de su padre; (punto primordial de la película ya que la figura de su padre entrelaza la naturaleza terrenal y la espiritual) y la mujer espiritual, peleándose con lagunas existenciales y luchando para comprender su visión.
La película agrede a la inhumanidad de ciertos sectores del gobierno de Estados Unidos y lo coloca como malo de la película, un punto reseñable en la sumisa política de Hollywood.
En definitiva, creo que es una película que se debería leer más alla de los efectos especiales y enfocarla desde un punto de vista mas humano para entender su mensaje. No estamos solos.

"Si en el universo, tan grande e inmenso, estuviéramos sólo nosotros, ¿ cuánto espacio desaprovechado, no?