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Reino Unido Reino Unido · Kingston Upon Thames
Críticas de Caperumoli
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Críticas 16
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
2
19 de diciembre de 2021
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sé que el título se refiere a una época del año y no a una estación de tren, pero empiezo a unir conceptos: Navidad, Polar Express... y me lleva a pensar en una estación de tren. Y si esta película fuera una estación de tren, no me bajaría en ella aunque me dijeran que el tren va a explotar en la siguiente estación.

Pero vamos a centrarnos y volver a lo que sugiere el título original, que es algo más tirando a "la época más feliz", aunque para los personajes de esta película... no.

Para empezar tenemos a Harper (Mackenzie Davis), una tóxica de cuidado que no es que no quiera "salir del armario", si no que quiere meter a todo el mundo dentro.

Por otro lado está Abby (Kristen Stewart), su novia, que a mí personalmente me cae bien porque parece estar hecha de paciencia.

El caso es que pintan a Abby como la típica grinch que odia la navidad (es muy de ser alternativo odiar la navidad, como si el personaje tuviera que gritar cada poco: ¡Mírame, soy diferente!), pero Abby en realidad no odia la navidad, simplemente es una celebración que ni le va ni le viene. La muchacha no tiene familia y probablemente cene una pizza de microondas ese día porque no va a ponerse a rellenar un pavo de 8 kilos para ella sola y luego hacerse tuppers para todo el mes, pero tampoco le molesta que el resto celebre la navidad.

Para Harper, la tóxica, no hacer millonario a Iberdrola durante la navidad significa que la odias, así que en un momento de exaltación del amor por ingesta excesiva de ponche de huevo, Harper invita a Abby a pasar las navidad con su familia, recordándole que ella sí tiene padres con los que celebrar la navidad.

Abby acepta porque es más maja que las pesetas y de la que van en el coche, Harper le dice: Oye mira, una cosa, que les he dicho a mis padres que eres una pobre huérfana hetero ¿Vale?
Y Abby: ¿Cómo? Bueno, pues p'alante como los de Alicante.

Cuando llegan al hogar de la familia de Harper...
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Caperumoli
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5
17 de abril de 2021
55 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Sabéis cuando Hitchcock hizo "Psicosis" y le salieron casi dos películas?
Si no habéis visto "Psicosis" os vais a comer algún spoiler pero habéis tenido 50 años para ver la película, así que no sé, vosotros sabréis.
Me explico.

La protagonista, Marion, roba una cantidad importante de dinero con la que se compra un coche nuevo y escapa de la ciudad. Como huir cansa mucho, Marion para en un motel de carretera regentado por un Norman Bates, un tipo un poco raro al que le mola la taxidermia.
A mitad de película, Marion es asesinada en la ducha (no considero esto spoiler a estas alturas de la vida)

Claro el espectador lo flipa... pero ¿Cómo va a morir la protagonista? ¿Qué pasa ahora?

A partir de aquí, Norman limpia la escena del crimen mientras la hermana y el novio de Marion se unen para buscar a la susodicha y nosotros hemos cambiado de protagonistas. O sea, a ver, la película iba de una ladrona y ahora va de un asesino ¿Veis la magia?
Te explota la cabeza pero en plan bien.

Bueno pues Dave Franco aquí ha querido ser Hitchcock pero le ha salido un poco regular.

Al principio de la película, en la esquina superior izquierda, sale el típico aviso de que esta película contiene lenguaje malsonante, uso de sustancias, imágenes violentas, contenido erótico... Partiendo de esto uno puede esperarse una película tipo slasher aunque los protagonistas no sean adolescentes.
Ya os adelanto que no.

La cosa es que dos parejas deciden alquilar una casita durante un fin de semana para celebrar no se qué cosa de negocios que nos da bastante igual. Cuando llegan a la casita, le echan en cara al arrendador modelo redneck que no haya aceptado la reserva de la mujer con apellido extranjero pero sí la del hombre blanco americano. El redneck se hace el loco y les explica como funcionan los grifos de la ducha.

A todo esto, las parejas son dos hermanos y sus novias. Por un lado Charlie (Dan Stevens) que es el marido de Michelle (Alison Brie), también es el hermano de Josh (Jeremy Allen White) y el jefe de la novia de este, Mina (Sheila Vand).

Hasta aquí todo bien porque Dave Franco desde el minuto uno ya ha dejado caer que Charlie está bastante por la labor de hacer un intercambio de parejas. Otra cosa os voy a decir, Dave Franco co-escribe la película con Joe Swanberg y le da a Alison Brie, su mujer, el papel de persona molesta. Si habéis visto la serie G.L.O.W sabréis a qué me refiero porque es un papel similar. No sabes si te cae bien o te cae mal pero en esta película quieres que sea la primera en caer.

El caso es que Alison Brie se lamenta porque se le ha olvidado traerse el telescopio para mirar las estrellas. Claro, tú haces la maletita para el fin de semana, repasas la lista cuando ya estás en el coche: pasta de dientes, crema del sol y... ¡Mierda el telescopio! ¿A quién no le ha pasado? El redneck le dice que para qué quiere un telescopio en la ciudad, que será para espiar a los vecinos porque estrellas pocas (Hola Hitchcock, Dave Franco te saluda) y después de unas risitas incómodas les dice que les llevará él un telescopio.

Ahora resulta que todo el mundo tiene un telescopio. Son todos astrónomos. (Obviamente la gracia está en qué a lo mejor el mejor mirón es él)

Las parejas se dan un paseíto por la casa y descubren una puerta cerrada con un código en lo que vendría a ser el sótano de la casa ¿Qué hay detrás de la puerta?
Os lo cuento en la zona Spoiler.

En realidad si lo piensas bien, la película no está nada mal. Lo que pasa es que la primera parte avanza con excesiva lentitud para lo que uno espera de ella. Quiero decir, nos han prometido violencia, desnudos, uso de sustancias y no sé cuantas cosas más y os prometo que al final es una película para ver en familia.
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Caperumoli
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4
17 de noviembre de 2020
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la historia de como Batman estaba celoso de Superman e intento convencer a todo el mundo de que había que cargárselo.

Esta película es un poco como el collage de un niño para el día de la madre: Un montón de bolitas de papel pinocho rosas pegadas a una cartulina formando un corazón. Para cuando el proyecto llega a casa la mitad de las bolitas se han caído, algunas las lleva el niño pegadas en la frente y otras son de otro color porque se ha terminado el papel pinocho rosa a mitad de corazón.
Pues eso.

Batman por un lado, celoso perdido, dando vueltas por Gotham con el ceño fruncido y cayéndole mal hasta al propio Alfred. Wonder Woman dejándose caer por ahí porque Lex Luthor tiene una foto suya que quiere recuperar (no es nude) y lidiando con el pesado de Ben Affleck que va de seductor y lo siento mira, no.
Lex Luthor soltando datos aleatorios sobre cosas que ha leído en forocoches y haciendo la de Coca-Cola al revés con Batman y Superman ("Oye Batman, que Superman dice que tu madre... ah no") y de mientras crea un homúnculo.
Y por otro lado Superman, que solo quiere salvar al mundo, escribir artículos y bañarse con su novia de ojos tristes mientras los demás no dejan de tocarle las narices porque son unos alienofobos.

Después un montón de cosas inconexas hacia la mitad de película con explosiones, edificios yéndose al carajo y unos efectos especiales.

Aclaro que yo soy fan de Batman como la que más (aunque no tengamos nada en común y a veces me caiga regular) pero en esta película he ido a tope con Superman porque Batman, entre otras cosas, era Ben Affleck.
Ben Affleck es a esta película lo que el puré de verduras de mi madre a mi vida: un sufrimiento soso.
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Caperumoli
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4
26 de julio de 2020
30 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la historia de Elio, un chaval de 17 años, y Oliver, un alumno de universidad que tiene pinta de estar sacándose un doctorado. Eli y Oli para los amigos.

Elio tiene un casoplón de verano en Italia, dónde todos los veranos su padre invita a un estudiante aventajado para que le ayude a ordenar papeles y amenice las sobremesas hablando de cosas como la dialéctica erística.
Por otro lado, en esa casa hablan inglés, italiano, francés, alemán... ¿Se puede ser más europeo? Pregunto.

Aunque la casa tenga 40 habitaciones y 67 cuartos de baño, Elio tiene que dejarle su habitación al desconocido todos los años y dormir en lo que yo me imagino que es el vestidor. Tendría que ver los planos pero vaya, que es un armario con una cama dentro.
Bonita metáfora. Ahí han hilado fino.

El caso es que este año el estudiante es Oliver, que nada más llegar con sus pintas de profesor de tenis del juego de la herencia de tía Agatha, se echa a sobar y hasta el día siguiente.

De pronto y sin saber cómo Oliver está integradísimo. Parece un autóctono del pueblo. El del Bar se sabe su nombre, se mete en un torneo de brisca con los yayos, se apunta a un equipo de voleyball, se hace de una peña...
Elio lo flipa.

Un día en la verbena del pueblo, Oliver está mostrando los pasos de baile con los que se presentó a "Fama a Bailar" y consigue así ligarse a una muchacha cuyo nombre no me acuerdo.
A Eli le jode porque Oli le mola (aunque cada vez que hablan entre ellos parece un concurso de pedantería) y contraataca como el adolescente que es, comiéndose a otra chavala del pueblo en la cara de Oli.

De pronto un día van al pueblo en bici, empiezan a hablar en clave separados por una fuente (manteniendo la distancia de seguridad) y deducen que se gustan en una conversación que tiene entre cero y menos sentido.
Se besan pero no mucho porque Oli se raya y le dice que no se puto pille, que mejor se va a trabajar un poco y hablar de etimología con el padre que seguir ahí comprando boletos para la cárcel.

Elio está más confundido que yo en una clase de matemáticas y sigue mareando a la chavalita del pueblo. Mientras que su padre y Oliver están viendo unas diapositivas de estatuas griegas como si estuvieran delante de un escaparate del barrio rojo.
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Caperumoli
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1
5 de julio de 2020
47 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
No le pongo un cero porque no existe, pero un ridículo 1 me parece perfecto.
Os voy a hacer un resumen para que podáis ahorrar tiempo.

A un chungo italiano le entra por los ojos una polaca que está en la playa en plan "hazme una foto que parezca que no me estoy dando cuenta". El chungo la está observando con los prismáticos en la terraza cuando su padre se le acerca para preguntarle "¿Qué opinas entonces, entramos en negocios con estos dos que nos ofrecen prostituir niñas de 11 años? No sé si me parece bien del todo pero..." y entonces le pegan un tiro que lo atraviesa y da también al chungo italiano voyeur.

Luego pasan 5 años y el chungo italiano se convierte en chunguísimo italiano y tiene muchas reuniones de negocios aburridas que nos importan una M.
Mientras, la polaca en Polonia, vuelve de una reunión de la que no me he enterado ni papa pero por lo visto, la han felicitado por gestionar muy bien un hotel. Llega a su casa en Polonia con ganas de celebrar pero su novio Helsinki está teletrabajando y ahora mismo no puede, así que la dice que se ponga a hacer la maleta porque al día siguiente se van a Sicilia.

Llegan a Sicilia y celebran el cumple de la polaca, que por otro lado no está muy contenta con Helsinki aunque éste ha hecho el esfuerzo y todo de cantarle el cumpleaños en italiano.
Entonces, en algún momento entre algo poco y menos importante, el chunguisimo italiano secuestra a la polaca.
Él: Tienes 365 días para enamorarte de mí porque cuando estaba dando la mano a la muerte, lo que vi fue tu cara así que ahora tienes que ser mi novia.
Ella: No me parece bien.
Él: Haré todo lo necesario.
Ella: Prefiero irme.
Entonces él la agarra contra la pared y le echa todo el aire caliente que sale de sus fosas nasales en la cara.
Él: Me estoy enfadando un poco porque no estoy acostumbrado a que la gente no haga lo que yo quiero.

Luego pasan cosas raras.
Ella: No mira, es que no soy un objeto.
Él: Te compro un vestido.
Ella: Es que no soy de tu propiedad.
Él: Con zapatos a juego.
Ella: Me estás empezando a gustar.

Luego pasan cosas aún más raras.
Se meten juntos pero no revueltos en la ducha y ella se le queda mirando la entrepierna media hora.
Él: ¿Porqué lo miras tanto? ¿Lo quieres tocar?
Ella: Mejor no, me voy, adiós.
Él: Ponte algo bonito que vamos a una fiesta.

Van a la fiesta y el tío está ahí con sus negocios y ella se aburre y monta un numerito.
Él: ¿Pero qué llevas puesto?
Ella: Un vestido, duh (En realidad le dice: Miles de tus euros, baaaam)
Un poco más tarde ella sigue aburrida así que se pone a bailar pol dance y uno de los socios se le acerca.
Socio: Te voy a violar.
Ella: Mejor no.
Chunguisimo italiano: Eso te pasa por ir vestida de pilingui, ahora me toca matarle.
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Caperumoli
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