En mi modesta opinión, esta miniserie -o como se le quiera llamar- vuela miles de metros por encima de lo que se estrena hoy en día en cualquier sala cinematográfica; apela desde la inteligencia y el mimo por las cosas bien hechas, a nuestros ojos, nuestros oídos y nuestros sentimientos; y todo ello con un puñado de elementos: un espléndido guión, unos actores en estado de gracia y una puesta en escena impecable. Parece sencillo, pero no lo es para nada; requiere muchísimo talento y altas dosis de compromiso con el trabajo bien hecho.

Enhorabuena y muchas gracias a todos los que la hicieron posible.
No dejen de disfrutarla.

Y de los gordos.

Al grano: Si alguien hay en 'este produto' que conozca -mismamente- ese mundo que pretenden representar, solo hay varios actores que lo demuestran: el enano -con perdón- y los farullas del gimnasio ¡sevilla siquillo !

La escena donde el dire echa el resto representa una partida de mús en un bareto de Usera. El dialogo es de órdago a la grande, penoso; y los actores tampoco ayudan.

Otro pestiño cañí, qué lastima.