Al terminar esta película me costó unos minutos volver a la realidad y salir de la crudeza en la que te ha ido introduciendo...
Los altibajos emocionales de los personajes, las dudas, el egoísmo implícito del ser humano con la consecuente renuncia final a los sueños de unos por los sueños de otros se muestran de una manera de lo más explícita y penetrante.
La felicidad efímera y transitoria de una pareja que cree volver a sus orígenes se transforma de la noche a la mañana en una infelicidad mayor a la causante de la vuelta a esa juventud forzada.
Para mí, un sobresaliente alto que se hubiera mejorado con un principio algo más logrado, con una introducción más progesiva.
No obstante, digna de ver; eso sí, cuidado porque pega...

Vi esta película hace algunas semanas y he podido evitar tras ver la escena final acompañada de la magnífica banda sonora de Ennio Morricone, hace algunos minutos, emocionarme como cuando la vi la primera vez.
Cuando te decantas por una de tantas películas que has descubierto en una lista aleatoria de "grandes películas del siglo XX" o cualquier otro nombre tan aleatorio como la lista en sí, normalmente no tienes más que las justas expectativas de no tragarte el mayor bodrio de la historia, o de estar esperando que algún giro arregle mínimamente el filme que has decidido sentarte a ver.
Con todo esto tengo que decir que, a pesar de haberla visto en un momento favorable, no creo que pudiera verla con peores ojos. Creo que, consciente o inconscientemente, no le he puesto el 10 para asegurarme de que no va a pasar mucho tiempo hasta que vuelva a verla.
La película. Pues un relato tierno, pero con toques de humor traviesos, como travieso y adorable es el niño que la protagoniza. También onírico y realista a la vez, como lo es el mundo de un adolescente que pasa del amor más fuerte, puro y leal, a quedarse solo y tener que huir de su mundo, de su realidad, a empezar de cero para abrirse camino en el mundo laboral, y cerrar su corazón a cualquier sentimiento que pueda volver a sumirlo en tal profundo estado de vacío.
Hace falta un hecho, un final que anuncia un principio para que este joven ya convertido en adulto vuelva a su pueblo natal y recuerde, esforzándose por rememorar ese paso por sus primeros años de vida, cuál es la causa de su "actual personalidad", que, sin duda, dista mucho de la risueña del joven; y con ello, cómo superar sus temores enterrados.
Para terminar, diré que el final es espectacular. Uno de los finales más entrañables, estoy segura, de la historia del cine; o cuando menos, de la historia que a mí me acompaña. Una culminación excepcional conjugando una serie de escenas que de manera independiente serían una de tantas observadas en diferentes películas, pero que unidas al entorno que rodea al protagonista, emocionan hasta límites difíciles de expresar con palabras.