Aprovechando el tirón comercial de la excepcional "CSI: Las Vegas", nos llegó esta segunda parte de la saga de criminalistas, ambientada en el entorno de Miami. Los capítulos en general siguen la misma estructura que su predecesora, pero con el valor añadido de las historias personales de sus protagonistas (Algo más trabajadas que en la primera parte de la serie). David Caruso hace un trabajo excepcional, sin menosprecio de los demás actores. Si estamos acostumbrados al empacho de interiores en las series de TV, esta serie nos sorprende sin ningún pudor con ingente ambientación exterior. El despliegue de medios técnicos, que se usan para atrapar al criminal, es digno competidor de la más trepidante película de acción. En cada capitulo se incorporan nuevas vueltas de tuerca para despistar al espectador al cual le resulta casi imposible adivinar quien es el culpable. Todo ello metido en la duración de un capitulo de serie de TV, de manera que al espectador no se le deja tiempo ni para suspirar. En definitiva los ingredientes para ser una de las mejores series de todos los tiempos: acción, suspense, caras bonitas, buena interpretación, buen doblaje y guiones dignos del buen cine.