Con semejantes protas y ese escenario, debería haberles salido bordado.
Los exteriores no están nada mal, imposible con Brujas detrás, pero vaya pestiño de desarrollo. Lento, lento y más lento. ¡Pero si no pasa nada en toda la película! Dos asesinos escondidos en Brujas esperando órdenes de su jefe. Eso lo sabes en los dos primeros minutos. El resto de la acción se podría desarrollar en otros dos, y todo para llegar a ese final. Esa cosa.
Siempre es un placer ver a Ralph Fiennes, que aquí está algo desquiciadito, pero sale tan poco......

Pero qué bonita!!
Nada de pastelones navideños (que también me gustan), nada de clichés y personajes típicos. El reparto es fantástico, lleno de actores desconocidos que bordan su papel. Es natural y sencilla, la historia de una vida en un marco rudo y maravillosamente ambientado.
No le quitaría nada. No le añadiría nada.
Obligatoria en Navidad

Preciosa película romántica, que te hace soñar, creer en el amor, el destino, en la posibilidad de corregir los errores...y si además sale John Cusack, es inevitable salir sonriendo del cine, aunque puede resultar peligrosilla si no tienes los pies en la tierra. Puedes pensar que todo el monte es orégano.

Todavía no la he entendido y la he visto dos veces. Pero no sé qué tiene que te engancha en ese lío de personajes que no sabes si ya han salido o son nuevos, porque incluso algunos se parecen físicamente. La atmósfera misteriosa, tan propia de David Lynch te envuelve y es tan extraña, que no sabría decir si es un peliculón o una ida de olla tremenda, o las dos cosas.
Desde luego hay que verla con ganas de discurrir y con la cabeza despejada, si sólo quieres pasar el rato, busca otro momento.

La sensación que tuve cuando vi esta película, es la que tienes cuando estás viendo una obra de teatro y el actor se queda en blanco. Sólo pasan dos segundos hasta que se acuerda del texto pero es un silencio que te hace darte cuenta de que estás viendo una obra de teatro y no una película.
Está llena de altibajos y canciones metidas con calzador y los actores resultan muy poco creíbles (aunque me cueste reconocerlo, hasta Colin Firth está flojo).
Pero como toda película, tiene una cosa buena: la banda sonora resulta divertida, refrescante y animada.
Aun con todo no es suficiente para justificar la entrada. Mejor ponerse un CD.