Sus personajes se salen un poco de los estereotipos convencionales, sobretodo en el caso de Carl, en entrañable aciano al cual por arte de magia, se le ocurrió atar a su casa cientos de globos para viajar a Sudamérica.
Genial ¿No?
Luego tenemos al pequeño y pesado explorador, el cual casi sin querer, carga la película con otra emotiva historia, en este caso familiar, pero en la cual esa falta de figura paterna se ve sustituida por el cariño del viejo Carl.
Luego tenemos a las mascotas, sin duda artífices de los mayores momentos divertidos de la película, con esa extraña ave amante del chocolate la cual desea volver con sus polluelos, y por el inocente perro que puede hablar debido a un extraño collar fabricado por su dueño.
Y llegamos al malo, ese hombre tan admirado en la infancia de Carl y su mujer, pero el cual solo vive por su deseo de ser reconocido, sin duda un personaje que repudia, pero al cual se puede llegar a comprender.
Sin duda, personajes logrados y encantadores.

Nadie debería perderse esta película, ni niños, ni adultos. Todos disfrutaran, todos se emocionaran y reirán, y todos saldrán pensando en esa maravillosa sucesión de belleza que trasmite Up.
Una película que ya esta marcada como otra proeza de Pixar.