Me da igual su batacazo en taquilla. Tampoco me importan sus críticas negativas o aquellas que directamente se tiran a destrozarla. Hay que aprender a respetar más. Y si bien no es la mejor película de todos los tiempos, ´si que es mi favorita de todas las que se han hecho de Millennium. Están quienes echan de menos las suecas y quienes querían la trilogía de Mara. Ahora ya nos hemos quedado sin Lisbeth en el cine pues ahora ya se muda a Amazon para otra serie con ella de protagonista. Pero esta "Lo que no te mata te hace más fuerte" (o La chica en la telaraña) cierra el círculo de forma genial, combinando la frialdad sueca con el dinamismo y los medios norteamericanos. Pero añade algo que ninguna de las anteriores película tenía: emoción. Las suecas tenían la fidelidad y la novedad. La americana tenía a Fincher que es una autoridad creando atmósferas malsanas y elegantes. Pero esta película, una más simple que va del punto A al B, imprime emoción e intensidad. Lisbeth las pasa putas aquí, no siempre gana, es pataleada y torturada y ni siquiera puede decirse que tenga un final feliz. Sí tiene un final (el último plano en llamas es para enmarcar), pero no es feliz. Y el arma secreta para que todo eso funciona es la siempre sensacional Claire Foy. Foy nos da una Lisbeth madura y hastiada, pero aguerrida y con unos cojones más hinchados que los de un centenar de hombres. Lleva el personaje a una escala épica digna de Batman y Bond, pudiendo considerarse como la primera Bond mujer no oficial de la historia. Me enganché con Rapace y me involucré con Mara. Pero de Foy directamente me enamoré. Y soy capaz de perdonar errores e incongruencias -que las tienen todas las películas-, sólo para visibilizar y recomendar un poco más esta maravillosa película de entretenimiento, drama, emoción e intriga. Digna de revisionar y muy digno final de Lisbeth Salander en la gran pantalla.