Todavía recuerdo cuando era un adolescente y salí del cine fascinado después de ver con mi hermano "Hanna y sus hermanas", quizá la comedia más deliciosa de Woody Allen, donde los personajes están trabajados al detalle e interpretados por magníficos actores, donde todo encaja como en un trabajo artesanal de relojería.

Parece mentira que el director sea el mismo Sr. Allen... Todo parece hecho con los pies en esta estúpida película, desde la elección de los actores, malos de solemnidad, hieráticos o sobreactuados. ¿Estarían bebiendo vino de verdad en las escenas?..., me da la impresión que también fuera de ellas...., hasta el guión, rozando el ridículo, más cercano a "Los bingueros" que a un autor sin el que el cine de los últimos 40 años no se entendería.
¿Cómo se ha podido dejar liar para tamaño despropósito?, ¿Puede tanto el dinero?, Cómo los críticos de este país en bloque pueden hablar bien de esta porquería...

Hay varias escenas que producen bochorno, el avión volando a Oviedo entre las nubes parece el de "Aterriza como puedas", el padre del pintor Juan Antonio, parece el profesor Locovich de Los autos locos, pero en salido. La traca de ese pesonaje es la explicación que le da Juan Antonio a Vicky diciéndole que su padre vive ahí confinado porque los seres humanos no saben amarse, (Escribiría el guión Jorge Bucay o algún cienciólogo). Vamos a pasar por alto las escenas "España cañí" de la película, con flamencos y guitarras y las clases de identidad catalana???, que se limitan a Gaudí y su obra. Pero lo que no se puede dejar pasar, son las continuas tomas dándose el filete de la Johanson, Pe y Bardem, rodadas sin duda cuando Woody con su experiencia veía el desastre que se avecinaba y así solo con la polémica generada, salvar la taquilla. Que tío más listo...

La actuación de Bardem es la de siempre, boca medio abierta, ojos medio cerrados y vocalización aprendida en la misma escuela de Jorge Sanz, no importa que haga de psicópata, de pizzero, o de tetrapléjico..., da siempre igual, ¿cómo un tío que a día de hoy no se ha subido nunca a las tablas de un teatro, puede decir al mundo entero que es un cómico?. Vaya caradura. Rebecca Hall, oscila entre Sor Citroën y Sasha Grey y el tío que hace de marido, parecía estar interpretando a un guiñol del retiro, con la bruja detrás de él, más que otra cosa.
La de Penélope, dentro del despropósito de su personaje, es salvable, si exceptuamos los gritos continuos. Pero y la Johanson..., en la mayoría de las escenas tenía la cara de pulpo en un garaje, como diciendo, "Madre mía, ¿qué hago yo aquí?, si a mí lo que me va es hacer de Mary Poppins.

Que pena me da y que triste es no saber retirarse a tiempo, querido Woody..., nos queda "Manhattan", "Annie Hall", "Poderosa Afrodita", "Zelig" y otras maravillas que me han emocionado y me han influido como persona. Para mi, Woody, esta bazofia no existe.