Podría haber sido una película perfecta en base a dos ingredientes esenciales y valiosos:
- Un trío de actores notables
- Una historia interesante basada en hechos reales

Sin embargo, la obra resulta irregular por diversas razones:
- Una de las actrices, Annette Bening está desaprovechada y aparece y desaparece a lo largo de la historia terminando por mostrar un perfil plano que seguramente esta artista no buscaba ni se merece.
- La película empieza muy bien y capta nuestra atención pero, súbitamente, baja el ritmo y se vuelve hasta tediosa. Después vuelve a mejorar y, de nuevo, su final es abrupto y algo decepcionante (no por la historia, sino por su tratamiento).
- Waltz es un magnífico actor pero sus escenas se prolongan demasiado y terminan saturando. Creo que, como director, buscaba dejar claro ante el espectador todos los matices de su complejo personaje pero no acierta con su estilo; en mi opinión, debería haber sido sutil y sugerir más que enseñar como hacen los grandes directores.
- El desarrollo de la historia, tan cargado de detalles, concluye con un final abrupto que rompe el ritmo pero que, lejos de ser un acierto, se suma a los diversos errores cometidos.

No obstante, no creo que sea una mala película. Waltz se ha arriesgado y, aunque no ha acertado del todo, sus errores no son tan irreparables como para que no pueda solventalos en nuevos proyectos. La historia está bien enfocada, en términos generales, y la selección de actores es muy acertada. Las interpretaciones de Vanessa, Annette y Christoph salvan la película y nos conceden momentos estupendos. Y la idea de dividir en partes la historia ayuda a orientarnos frente a un argumento que puede resultar complejo en ocasiones.

De momento, Waltz es mejor actor que director.

¿Cómo es posible hacer una película anti-nazi partiendo de la idea de que un niño tiene a Htiler como amigo imaginario? Aplicando el talento. Y eso Taika Waititi lo tiene a raudales.

Película de gran sensibilidad sin caer en la sensiblería, que sugiere más que muestra para que el espectador descubra y saque sus conclusiones y que cuenta una historia terrible acerca de un niño huérfano, sin perder el buen humor, revelando, con maestría, la pérdida de la inocencia del protagonista. Donde se demuestra que la buena educación de una madre valiente y honesta dará siempre como resultado niños íntegros y con valores.

Donde todos los actores están perfectos. Donde la banda sonora también es un personaje de la película.

En mi opinión, muy por encima de la sobrevalorada "La vita e bella".

Siempre he pensado que Pilar Miró es una gran directora del cine español injustamente infravalorada. Cuando repasas su filmografía, no muy extensa, enseguida reparas en que todas sus películas son interesantes y de buen nivel cinematográfico, consistentes en calidad. Su trayectoria es ecléctica: películas rendidas a la introspección, a las vivencias personales, adaptaciones al cine de obras contemporáneas y, en el caso de El Perro del Hortelano, de una obra clásica.

Y, como en el resto de sus obras, todos los aspectos están cuidados: la fotografía, el guión/adaptación, la dirección de actores, la puesta artística en escena...

El Perro del Hortelano es una auténtica delicia: los personajes brillan, porque Pilar saca todo lo bueno de los actores para que así sea. Absolutamente respetuosa con la obra original, la directora ambienta el texto con una fotografía esplendorosa llena de color y luz natural, filmando en escenarios de valor histórico y artístico.

Afortunadamente, los expertos reconocieron su valía y ganó 7 Goyas.

Es una lástima que nos dejara tan pronto porque nos hemos perdido la oportunidad de disfrutar de nuevas películas suyas que seguramente no decepcionarían.

En cualquier caso, muchas gracias por ésta, Pilar.

Esta crítica de usuario llega 20 años después del estreno de la película. Y la escribo para elogiar el mérito de que no ha envejecido, casi que mejora como el buen vino, sobre todo si la comparamos con otras películas, series y sagas de telefilm que están prostituyendo el fascinante mito del vampiro.

Seguro que es porque, partiendo de una magnífica novela, se ha mantenido un buen guión acompañado de estupendas interpretaciones actorales.

Hay que volver a verla de vez en cuando para confirmar el efecto. Un clásico.

Empieza a ser habitual en estos tiempos de Me Too que las mujeres dirijan a las mujeres en obras donde solo ellas intervienen: desde el reparto de actrices hasta el staff tras las cámaras. La idea, en principio, es estupenda. Pero los resultados, en ocasiones, dejan mucho que desear. No valen solo las buenas intenciones (revindicación de los derechos de la mujer en este caso) a la hora de conseguir obras de calidad.

Afortunadamente, esta película se salva de este riesgo. Sciamma ofrece al espectador una historía magníficamente contada, acompañada de una maravillosa fotografía y de un guión inteligente. Y sobre un tema universal, en este caso, el amor. Por eso es una obra tan bella.

Película feminista de verdad, plantea los problemas de las mujeres, presentes en todas las clases sociales: los matrimonios concertados sin tener en cuenta la opinión de la afectada, la anulación de la sexualidad y hasta del derecho a la maternidad, la no consideración artística y profesional femeninas... en resumen, la falta de libertad.

No os la perdáis.