Los aficionados al buen cine bélico, igual que los aficionados al buen cine de ciencia ficción, recelamos enórmemente ante cualquier nueva película de dichos géneros... y es que hay tanta bazofia dentro de estos géneros, que las probabilidades de salir de la sala con un buen cabreo son altísimas. Afortunadamente, de vez en cuando aparecen grandes joyas, como "Salvad al soldado Ryan" o "Enemigo a las puertas".

La película entretiene de principio a fin: buen ritmo, buenos actores, y todo ello con fidelidad histórica. Escenas memorables, como el cruce del Volga por las barcazas rusas, y el no menos impresionante desembarco posterior. Jude Law y quizás más aún, Ed Harris, bordan sus papeles.

Resumiendo: gran película, que los aficionados al cine bélico no nos cansaremos de ver.

El director ha intentado hacer un remake de la española "El método", partiendo de la misma idea, y añadirle ciertos toques misterioso-futuristas, estilo "Cube". La idea es interesante, y podría haber tenido un buen recorrido, pero en ambos cometidos fracasa, y la película empieza a naufragar a medida que va avanzando. Personajes muy estereotipados, sin gancho alguno, y un guión que no tiene la fuidez ni el ritmo necesario para mantenerse vivo dentro de la habitación en que se desarrolla toda la película. Un final sin pies ni cabeza acaba de rematarla.

Al que haya visto o pueda ver la interesante "El método", que no pierda el tiempo viendo este flojo remake.Y el que busque tintes de "Cube", que se desengañe, porque en nada la iguala.

Resumiendo: prescindible.

En la avalancha de películas que sufrimos últimamente sobre catástrofes naturales, fines del mundo, fenómenos paranormales, etc, etc... es difícil encontrar una "pequeña" película que aporte algo diferente. Digo "pequeña" porque con un presupuesto modesto y sin actores de especial fama, Jeff Nichols ha conseguido construir un film muy respetable.

El argumento, contado en una sola frase, echa para atrás: "un padre de familia que se obsesiona con la construcción de refugio ante sus sueños sobre una inminente catástrofe apocalíptica"; pero el director parece que prefiere fijarse más en las formas que en el fondo, y hace un excelente retrato de la América rural y sureña actual, donde tanto Michael Shannon como Jessica Chastain bordan sus papeles.

Poner el final a un película así no era tarea fácil, pero hasta en eso Nichols acierta, regalando un final que sorprende y que es lo que más asusta de la película. Un final muy elegante para una de las películas imprescindibles del 2011.