La película se centra en el rescate de una periodista francesa que ha sido secuestrada por un líder talibán al que ella, en sus artículos ha criticado abiertamente. La trama se centra en el trabajo de un equipo de Operaciones Especiales del Ejercito de Tierra francés. Las escenas de combate se continúan unas a otras al mejor estilo de Hollywood con un argumento realmente factible. Se hace un poco largo e incomprensible la evacuación de la periodista y la falta de medios de los militares. El final, lejos del honor y patriotismo americanos, es más cercano y romántico como buena película francesa. La dureza de ser miembro de un cuerpo de élite, la tristeza de la perdida de un compañero y la insensatez de un conflicto religioso-politico-sexista dejan un agridulce sabor al terminar de ver la película.

Como he mencionado, podía tratarse de un sencillo episodio de Mentes Criminales, a la española y ochentera.
Pero muestra demasiadas incongruencias.
La enfermedad de un policía, la historia familiar del otro, los traficantes de droga, el padre de las niñas, más preocupado por una extraña deuda (si vende la droga y compra un coche, de donde saca la necesidad de pedir dinero), unos guardias civiles que parece que no son ni de la zona, un joven guaperas que es capaz de sorprender a los policías por la espalda pero no sospecha que le van a cazar, unos asesinatos a lo largo de los años pero que en el año de la investigación pierden la continuidad temporal del asesino, personajes que sw van uniendo a la trama para añadir un detalle mínimo como es el caso del furtivo o la vidente....
En fin, de una trama que se podía haber sacado mucho han hecho una película mediocre.

Cinco jóvenes viven su guerra y se pasa de un formal oficial, un escéptico soldado, una ambiciosa cantante, una voluntaria decidida y un judío en peligro a un oficial sin esperanzas, un soldado sin miedos, una cantante corrupta por sus intereses, una enfermera sin pudor y un judío que lucha a la desesperada sin saber ni por qué, ni cómo, ni contra quién.