La excelente novela de Cormac McCarthy es trasladada al cine con gran maestría por los hermanos Coen, consiguiendo 4 Óscars entre ellos el de mejor director y película. Un acertado reparto, con un soberbio Javier Bardem en el papel del despiadado Anton Chigurh pone la locura con escenas brutales como el ahogamiento al sheriff con las esposas, mientras un desafortunado Josh Brolin intenta huir de él llevando consigo un maletín lleno de dinero. Tommy Lee Jones, en su papel del veterano sheriff Bell, aporta reflexión y experiencia a un film que destaca por su cuidada fotografía y su escalofriante seriedad. La ambientación texana es perfecta para la historia, y los diálogos son inteligentes y precisos. Campos desolados, moteles, caravanas y gasolineras: El Sur más sucio y violento dónde encontraremos droga, perros que si hace falta nadan para matarte, escopetas con silenciador y monedas que deciden si vives o mueres.

La obra maestra de Kubrick, una película tan rara como una naranja mecánica (de ahí el título) es una excelsa cinta de culto que, personalmente, estaría entre las 5 mejores de la historia. El argumento, basado en la novela homónima de Anthony Burgess se se inspira en sucesos acontecidos en 1944 a la esposa del propio Burgess, cuando fue víctima de robo y violación por parte de cuatro soldados estadounidenses en las calles londinenses. Dado que se encontraba embarazada, la paliza le provocó un aborto. Alex "vuestro humilde narrador" y sus drugos nos deleitan con escenas de máxima violencia que ponen a nuestra disposición la reflexión más profunda sobre la sociedad y el comportamiento humano, y que nos deja este gran dilema: "Si a una persona se le priva de ser malvada, ¿tiene que ser entonces buena?". Cabe destacar la frialdad del protagonista en todos sus actos y la maestría de Stanley al dirigir con excelente brillantez un film que estuvo prohibido -tanto su exhibición como su venta y alquiler- durante 30 años en el Reino Unido y que hoy en día es todo un clásico del séptimo arte. Un diez en todos los aspectos.

PD: Véanla con música de Beethoven mientras beben leche, les gustará más.

La sorpresa del 2005. Paul Haggis debuta como director después de haber sido productor y de haber escrito buenos guiones como el de la premiada "Million Dollar Baby". Esta película sobre el racismo ilustra el cruce que sufren las vidas de distintos habitantes de Los Ángeles en un ambiente de caos y odio hacia las distintas razas, religiones y clases sociales que conviven en la capital californiana. Un notable guión nos mete de lleno en un huracán de sentimientos y tensión, arrastrando al espectador hacía un cúmulo de turbulencias y emociones. Las interpretaciones son seguras y fascinantes, con una Sandra Bullock muy creíble y dramática, un Brendan Fraser serio, y un Ludacris que demuestra que no sólo sabe rapear. Montaje y música excelentes.

Los números no solucionan todo, esta es la moraleja de la película ganadora en 2001. Con un buen reparto y una excelente banda sonora, esta conmovedora cinta basada en hechos reales nos muestra la difícil vida de John Nash, un matemático enfermo de esquizofrenia que se enamora de una alumna suya y que juntos trataran de vencer la enfermedad. La película es, en ciertas ocasiones, engañosa y previsible, no obstante, goza de una buena solidez y riqueza visual con una Jennifer Conelly increíble, que se alzo con la estatuilla a mejor actriz de reparto por su grandiosa atuación. Quizás, algún espectador como yo se desespere viendo como "dan por culo" Ed Harris y Paul Betanny, pero sólo por ver a la angelical Connelly, es muy recomendable visualizar este film repleto de problemas matemáticos y mentales. Lo mejor de Ron Howard.

Este drama histórico de principios del nuevo siglo es todo un espectáculo, sustantivo que usan la mayoría de críticos a la hora de hablar de este film sobre el Imperio Romano en el año 185 que supuso el retorno a un género casi extinto. Ridley Scott dirige con talento y fuerza visual una gran película dónde un colosal Joaquin Phoenix, en el papel del César Cómodo, trata de asesinarlo haciéndole participar en sus sangrientos juegos de gladiadores. La famosa banda sonora nos acompaña con firmeza y espiritualidad a lo largo de los 150 minutos, repletos de honor, lucha y épica. El desolado gladiador Russel Crowe ganó el Oscar al mejor actor por luchar hasta la muerte por su dignidad. Por ponerle alguna pega, quizás sea un tanto pobre y vacía en cuanto a argumento, un tanto exagerado y en ocasiones engañoso, pero lo compensa con unas batallas y épica excelentes.