Quise ver este film porque Ewan McGregor es uno de mis actores favoritos y me resultaba seductora la idea de verlo interpretar a una persona tan intensa como Iggy pop.
Por supuesto, no me decepcionó en lo mas mínimo. El está perfecto en su papel al igual que Christian Bale y Jonathan Rhys Meyers.
La estética es increible y escandalosa. Refleja fielmente el estilo Glam que imperaba por aquel entonces y con el, la revelacion sexual de muchos jovenes que se autoproclamaban bisexuales.
La película me gusto mucho, especialmente cuando en la escena donde Brian Slade conoce a Curt Wild, aparece en el escenario el bajista de Placebo.
Y ni hablar cuando Brian Molko y Steve Hewitt, no solo aparecen en escena cantando 20th Century Boy, sino que tambien tienen un par de líneas.

Cuando mis amigos me hicieron saber que íbamos a ver esta pelicula, me sentí feliz ya que me iba a pasar dos horas despellejando a Paris Hilton. No esperaba nada bueno de este film. Y no me equivoqué. El argumento puede ser algo interesante, pero la forma en que lo llevaron a cabo... deja mucho (por no decir todo) que desear.
Las actuaciones fueron pobres y para nada creíbles. Los personajes fueron sacadas de las demas películas de terror adolescente y lo último que senti, fue miedo.
Me reí a carcajadas en todas y cada una de las escenas.
Simplemente mala.

Si bien no soy una conocedora magistral del séptimo arte, soy una espectadora que disfruta o no cuando me dispongo a ver un film.
En este caso, la disfrute las 3 veces que la vi. Obvio que no es una película inteligente ni profunda, pero cumple su prometido: Divertirte sanamente y enamorarte de los protagonistas. El argumento es súper original y la forma en que la historia se va desarrollando es muy buena.
Con un hombre casanova (algo trillado pero funciona: ¿qué mujer no soñó con enamorar al hombre más mujeriego y convertirlo en la persona más dulce sobre la tierra?) y una mujer dispuesta a todo con tal de lograr su objetivo, las cosas pueden ponerse interesantes.

Andie Anderson (Kate Hudson) encarna el terror de todo hombre que se precie de serlo.
Si eres amante de las comedias románticas (de las buenas, claro está) la vas disfrutar.

Una película dulce y romántica que nadie se puede perder. Los personajes son entrañables y la historia, es maravillosa.
Ambos actores (Ryan Gosling- Rachel McAdams) son frescos, simpaticos y comparten una química increible que se proyecta durante todo el metraje....

Definitivamente, una de las mejores historias de amor jamás contada.