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Críticas de Sibila de Delfos
Críticas 4.409
Críticas ordenadas por utilidad
10
26 de febrero de 2015
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Backstreet Boys: Show'em what you're made of no es solo un documental para los fans de la banda formada por Nick Carter, Howie Dorough, Brian Littrell, AJ McLean y Kevin Richardson (que por cierto, gusten o no gusten, le pese a quien le pese, han vendido más de 130 millones de discos alrededor del mundo y además nunca se han separado, cosa que pocas boybands pueden decir... por no decir ninguna).
Stephen Kijak, que ya tiene experiencia en esto de retratar a famosos grupos musicales, consigue un auténtico milagro con esa película, que es lograr un balance prácticamente perfecto entre las reflexiones sobre la fama (obvias, esperadas, pero no por ello menos interesantes), la crónica de los 22 años de historia de BSB y el descubrimiento del lado más íntimo de sus cinco miembros, con visitas a sus lugares de origen y multitud de clips y fotos desconocidos hasta ahora de sus comienzos a principios de los 90. Sorprendentemente lo mejor no son esos momentos más emotivos donde la banda recuerda sus primeros pasos o sus infancias, sino lo sincero, valiente y honesto que es el documental. No hay loa a la banda ni se pretende decir que son los mejores del mundo. No hay doblez ni hay trampa. No se ha dejado fuera ni una sola de las sombras que han perseguido a Backstreet Boys durante su carrera, y sorprende lo francos que se muestran McLean, Dorough, Richardson, Carter y Littrell hablando de las juergas pasadas, la traición de su descubridor Lou Pearlman, la triada de sexo, drogas y rock and roll (especialmente por las adicciones de Carter y McLean) o los problemas vocales de Littrell. No se ocultan ni siquiera las tensiones entre ellos ni los momentos más bajos que han vivido (atención a la bronca entre Littrell y Carter en el proceso de selección de canciones para su último disco). Todo está retratado de forma absolutamente directa, a cara lavada, sin maquillaje de ningún tipo y sin ganas de dorar la píldora a nadie. Realmente, como reza su título, Backstreet Boys muestran de qué pasta están hechos y lo hacen con una sinceridad y una emotividad auténtica que es de aplauso. Todo ello aparece reflejado magistralmente por la cámara de Kijak, con un montaje fantástico que impide el aburrimiento, sin manipular los sentimientos del público y combinando hábilmente todas las piezas del puzzle hasta conformar un documental verdaderamente memorable acerca de un grupo en la cima del mundo, su caída al ostracismo, la vorágine del éxito, el vértigo de la fama y sobre todo las ganas de seguir haciendo música pase lo que pase y le pese a quien le pese. Porque si algo demuestran BSB, aparte de que al final de todo son personas como todas las demás, con sus miedos, sueños, alegrías y penas, es que tienen ganas de seguir dando guerra mucho tiempo.
Verdaderamente fantástico para los fans y para los no tan fans.

Lo mejor: Todo
Lo peor: Nada
Sibila de Delfos
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3
18 de enero de 2015
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pobre Diego Alatriste y Tenorio.
Es una verdadera lástima que la saga literaria con, quizás, más potencial para convertirse en una gran serie de aventuras y dramática no haya caído en mejores manos. Series como Isabel, Águila Roja, Hispania o incluso la reciente Víctor Ros han demostrado que se puede hacer ficción histórica o pseudo-histórica de aventuras y suspense mucho mejor. Ya no hace falta irse hasta Inglaterra o Estados Unidos, que por supuesto están a años luz, sino que dentro de nuestras fronteras había talento y experiencia de sobras para hacer una serie mucho, muchísimo mejor que adaptase las historias de Arturo Pérez-Reverte sobre el veterano soldado de los Tercios españoles en el siglo XVII.
La película de Agustín Díaz-Yanes, pese a cometer un error garrafal (hacer un mix de cuatro de los cinco libros publicados hasta entonces y añadir cosas aún inéditas, cuando hubiera sido mejor centrarse en solo una o dos de las novelas), tampoco es tan mala como se dijo, y de hecho es un entretenimiento más que digno con una excelente factura técnica y unos actores de primer nivel. Esta serie, con todo respeto para ella, es un esperpento en el que pocas cosas han salido bien. Ya no es que se parezca poco al original literario, sino que todo ha acabado por salir del revés y se han cometido muchos, demasiado errores graves.
El primero es no respetar la esencia oscura de las novelas y la estética que más le pegaba, que es la de la película, la de fotografia oscura que evoca el barroquismo de la pintura de la época, a tono con aquellas Españas de entonces, en caída libre y llenas de terrores. Alatriste, la serie, está llena de colorines imposibles, demasiada luz y unos vestuarios y pelucas (muy coloridos y festivos también) que parecen sacados de un difrace cutre. Los decorados tampoco ayudan. Mucho Budapest y mucha pompa pero al final no hay quien se crea que los personajes están en Madrid. ¿De qué sirve entonces?
La propusta es más o menos entretenida, de acuerdo, pero los guiones son extraños y están mal planteados y el casting, a pesar de su notable esfuerzo, es equivocado en muchos casos. Con lo que se criticó a Viggo Mortensen en su día por su acento y aquí tenemos a un jovencísimo Aitor Luna en la piel del capitán. Luna no hace un mal trabajo, al contrario, pero sigue siendo demasiado joven para el papel. Es imposible creer que es un veterano curtido en mil batallas, por mucho bigote que se ponga. Mortensen daba mucho mejor el tipo de héroe cansado, como bien lo definió el propio Pérez-Reverte. Natasha Yarovenko es guapísima, de eso no hay duda, pero con ese acento y esa inexistente naturalidad para recitar tampoco es posible creer que es una gran actriz de la escena madrileña. ¿No había ninguna actriz española que pudiera hacer el papel? Y no me hagan hablar de ese Guadalmedina reina del baile o de ese Quevedo tan extraño.
Lo dicho, una oportunidad perdida de haber hecho algo muy grande con un gran material original. Hubiera bastado con respetar la esencia de la historia y limitarse a adaptar fielmente la línea argumental de las novelas. Y escoger actores más adecuados para los personajes.

Lo mejor: Algunos ratos entretiene bastante y los actores ciertamente hacen lo que pueden.
Lo peor: Los cimientos eran equivocados de principio a fin, y la casa no puede sostenerse con una base tan pobre.
Sibila de Delfos
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10
28 de junio de 2009
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
DreamWorks sólo ha acertado plenamente en dos ocasiones. La primera y mejor fue El príncipe de Egipto, cuando todavía hacía películas en 2D. La segunda y última fue ésta.
Todo lo que no son el resto de films de la casa lo es éste. Infinitamente divertido, incluso hoy (cuando chistes como los de Matrix deberían estar algo pasados de moda), entretenidísimo, con gags magistrales (yo no puedo parar de reírme con la llegada de Shrek y Asno a Duloc, o con Lord Farquaad bajándose de su caballo) y, sobre todo, con una originalidad entonces incendiaria. Lo que aquí se hizo fue darle la vuelta al cuento tradicional, con ese ogro convertido en héroe, ese asno bocazas que hace las veces de escudero de Shrek, esa princesa tan poco convencional, ese dragón (o dragona...) enamorado y ese príncipe heredero canijo y malvadísimo.
Lo que digo: en su momento fue mítica. y lo sigue siendo. Éso sí, en solitario. Ni su graciosísima secuela ni esa vergonzosa tercera parte logran acercarse siquiera un pelo a la genialidad de Shrek, la única e inimitable.

Lo mejor: El sentido del humor y la idea original
Lo peor: Nada
Sibila de Delfos
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10
8 de abril de 2008
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maravillosa. Ésta es la única calificación que puedo ponerle a la película de mi querido Tim Burton. El hombre tras Eduardo Manostijeras, Sleepy Hollow o Sweeney Todd nos ofrece aquí su película más madura y adulta, además de la más normal en años (creo que desde Ed Wood no hacía una cinta que estuviese ambientada en el siglo XX o en el mundo real). Y el resultado es una gozada absoluta.
Big Fish supone un punto de inflexión en la carrera del realizador de Burbank. Por primera vez en mucho tiempo, Burton se deshace de su característica estética gótica y sus argumentos estrafalarios para contarnos una historia de un hombre extraordinario que vive en su propio mundo de fantasía. ¿O quizás sea realidad? Además de la propia historia fantástica de Edward Bloom, Burton se permite sorprendernos reflejando con inteligencia la relación entre un padre y su hijo que no se llevan bien, pero acaban aceptándose el uno al otro. En realidad, las películas de Tim Burton siempre han tratado sobre cosas mundanas, pero quizás la extravagancia de sus propuestas no habían dejado verlo como se aprecia aquí. Sin renunciar al humor y a los fenómenos extraños, el director y su guionista John August nos disparan al corazón, haciéndonos uno con los personajes desde el primer minuto.
Como siempre aparece por allí la maravillosa música de Danny Elfman, mano derecha de Burton, más sutil y bella que nunca, complementando perfectamente las actuaciones del reparto. Y vaya reparto. En una historia en la que Johnny Depp no tenía cabida (otra muestra más de la inteligencia del director), Ewan McGregor se convierte en la estrella de la función, demostrando una vez más su versatilidad y su carisma arrollador. De Albert Finney y Jessica Lange ya poco hay que decir, y tanto Marion Cotillard como Helena Bonham Carter llenan la pantalla cada vez que aaprecen, en especial la inglesa, cada vez más inolvidable (no sé si se da cuenta de la suerte que tuvo de casarse con Burton. Menudos papeles le ha regalado). Tan sólo un al go apático Billy Crudup y alison Lohman quedan atrás, pero no se nota mucho. En realidad ni siquiera importa que el ritmo sea algo irregular. La magia que transmite la película, la FANTASÍA en mayúsculas, no se paga con dinero. Es la demostración de que Burton es un autor más allá del gótico. Aunque sea lo que mejor hace (y lo que más le gusta).

Lo mejor: Ewan McGregor (ver sus escenas con el personaje de Jenny), Helena Bonham Carter (soberbia) y el guión de John August, mágico e inolvidable.
Lo peor: El ritmo es irregular y debería ser un poco más corta, pero no importa mucho.
Sibila de Delfos
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7
7 de diciembre de 2023
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué problema le vio el mundo a El cazador de recompensas?
Vale que, desde luego, no es una obra maestra del cine ni del género Oeste, y desde luego Walter Hill ha hecho cosas mejores en su dilatada carrera, pero es una película de lo más entretenida y aceptable para los aficionados al western.
Se pasa en un suspiro gracias a su ajustado metraje, tiene duelos y persecuciones por doquier, tiene a la extraña pero perfecta pareja que forman Christoph Waltz y Steve Buscemi, tiene a un gran Brandon Scott con el personaje más simpático y cercano al público de todos y, en definitiva, es una buena muestra de un género que no termina de asentarse de nuevo en el cine moderno.
Correcta, incluso notable en algunos aspectos.
Sibila de Delfos
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