ES una película visualmente fascinante, sensual y muy nostálgica, pero con una visión algo machista de la mujer. A pesar de ello, es una propuesta innovadora con toques surrealista y sobre todo muy interesante para ser una secuela. Además en mi caso particular no he visto la primera parte Deseando amar (In the Mood for Love), esto no fue inconveniente para entender este film y quedar cautivada por esta propuesta vanguardista.

La historia de un periodista atormentado por su pasado en ciertos momentos me hizo evocar vagamente a la muy seductora película Argentina "El lado oscuro del corazón", no se si por la carga de sexualidad o porque en ambas está implícita la búsqueda del amor redentor...que los libere de ese vacío espiritual en que están sumidos.

Es una película difícil, no es correcto seducir a niños indistintamente las inclinaciones sexuales de los menores. Los adultos somos personas debidamente desarrolladas y los infantes no, porque carecen de la suficiente madurez emocional y el desarrollo fisiológico para el acto sexual. No es ético aprovecharnos de su inocencia y vulnerabilidad. También debemos pensar en el daño psicológico que podemos acarrearle en el futuro.

No se debe celebrar ni auspiciar este tipo de conductas, es querer justificar lo injustificable....

Como reflexión final, la libertad sexual tiene límites y sobre todo debe realizarse de manera responsable sin perjudicar a nadie.

La película me sorprendió mucho y me di cuenta que las situaciones son cíclicas o será que la historia se repite... y esto lo podemos ver actualmente en Venezuela, donde impera la barbarie azotando de terror y odio al país, ya no es la lucha entre los negros esclavos y los blancos mantuanos si no entre la impunidad y la justicia, es una batalla sangrienta porque la intolerancia es un enemigo feroz de vencer. Esta matriz de odio que se ha instalado en nuestro pueblo generada según los intereses del Taita Boves de turno, es el recurso predilecto de los dictadores para perpetuarse en el poder. Pero tarde o temprano este tipo de ardid termina volviéndose en su contra y acabando con ellos, porque solo se basan en la envidia y el resentimiento social.
Toda sociedad pasa por su particular crisis existencial para poder resurgir tal cual Ave Fénix de sus cenizas como en algún momento los venezolanos saldremos del abismo en que estamos sumidos, reconstruyendo nuestra nación sobre bases más sólidas y duraderas.

Como reflexión final solo la educación, la igualad, democracia y el respeto al ciudadano garantiza la grandeza de los pueblos.

La película pudo ser una obra maestra del cine y una denuncia de las calamidades del pueblo iraquí durante la guerra del golfo, pero faltó objetividad y solo nos recrea una parte de la moneda, donde los Estados Unidos eran culpables de todos los males y sufrimiento de iraquíes. Obviando que Irán permaneció durante 18 años bajo una cruenta dictadura que arruinó al país, llevándolo primero a una guerra sangrienta con Irán y después con los Estados Unidos. Pero la cinta solo muestra los abusos gringos pero no los abusos del régimen de Sadam Husein.
No me gustó el hecho de que los niños tenían unos diálogos no acorde con su edad ni grado de escolaridad. Además sus vestimentas eran casi impecables, a pesar de permanecer con la misma ropa durante toda la película. Hay que resaltar que eran infantes huérfanos y refugiados en su gran mayoría, que tenían una condición parecida a un niño de la calle, este sentido la película no se ajustó a la realidad.
Este film capta en plenitud la tragedia de una infancia truncada por la guerra, la explotación infantil y una generación que se levanta preparada únicamente para la guerra.
Los iraquíes como los estadunidenses no tienen la culpa de los errores y desmedida ambición de sus de sus gobernantes.