Reconozco, como muchos de los que han escrito sus críticas sobre "The Stuff", que vi este film con escasa edad, y entonces parecía una película sorprendente, extraña, cautivadora y claustrofóbica tal vez, con la edad, las opiniones cambian.

Una masa extraterrestre de gran sabor (los tipos prueban la crema que se mueve de una mina, sin analizar ni nada, ¡toma ya! menos mal que no era ácido) va a ser distribuida hasta copar todo el mercado mundial, devorando por dentro a sus consumidores y atacando a los "disidentes", paralelismo con las drogas evidente, pues consume por dentro y aisla a la persona con respecto al mundo exterior; con las megaempresas, pues "denuncia" el monopolio de algunas compañías y la forma de dar publicidad, a pesar de resultar nocivas. Interesantes puntos. Poco más.

Mejor no realizar comparaciones con "The Blow", aunque mantienen nexos, la crítica se refiere a esta cinta. Por lo tanto, si fuera original, ganaría puntos, pero en este caso no lo es. La extraña filmografía de Larry Cohen guarda cintas como ésta, teniendo en muchas de sus cintas a Michael Moriarty como protagonista; en este punto, las interpretaciones no son resaltables, introduce pequeñas cuñas de humor blanco bienvenido, pero escaso, y quizás Charlie Chip Chocolate hubiera sido el personaje más divertido, pero su presencia es testimonial. Típico: "Guaperas", muchacha atractiva y niño, (común estos estereotipos en los 80) todos ellos invencibles y endiabladamente inteligentes. Os podeis imaginar el resto...

Del resto, nada a destacar, efectos correctos, la música, realización y demás son las típicas de estos años y de este estilo; mantiene una endeble intriga hasta que aparece en acción el yogur, y luego se convierte en la típica huida de los protagonistas, pasando entonces a un compendio absurdo con mercenarios, fábricas, más huidas, yogur saliendo a borbotones, y poco más. Lo dicho, de niño puede resultar enigmática, de adulto es prescindible, a pesar de la denuncia "light" que propone.

Quizás sea por el sugerente título, pero me dejé llevar y decidí ver esta película. Esta cinta no hay por donde cogerla, la palabra que se viene instintivamente a la cabeza es "cutre", pero en este caso no estamos hablando de un cutre entrañable, como en los clásicos de Peter Jackson, o similares, aquí la definición es cutre que no tiene ni pizca de gracia (yo que soy andaluz se que a nosotros nos sale mejor el humor improvisado, pero cuando quieres parecer gracioso sin serlo, quedas como diría Krusty: "como un garrulo"). Con la musiquita parece un video-clip de algún grupo de rock satánico. De realización mejor ni hablar directamente... El argumento podría dar de sí, y hasta los títulos de crédito son resultones, pero la película es absurda, se supone que los ninjas karatekas son zombies, no tíos con cuatro trapos (lo único que hacen es raptar vírgenes y arrancar cabezas a los desdichados de Torremolinos), vale que no haya presupuesto, pero eso algo mejor podrían haberlo hecho. Los personajes se las dan entre pseudointelectuales, y héroes de tres al cuarto, todos ellos sobreactuando a todas luces; me recuerda a los cortos que subía yo a cierta página de vídeos que no nombraré, y los hacíamos a coste cero. La banda de los surferos se supone que tiene que hacer gracia, a mí ni pizca, y eso que yo disfruto con cualquier película de humor grueso.... El famoso Jocántaro, un tío disfrazado que lo único que hace es golpear a los atolondrados viandantes, relevancia cero en la trama, que ni ellos saben cómo termina ¿?. El único personaje resaltable es Juanma Lara como alcalde, el resto, a cada cual peor. Si tuviera algo de gracia, algún punto divertido, podría haber dado mucho de sí.

Las películas de Denzel Washington serán mejores o peores, pero sin duda estamos ante uno de los mejores actores del panorama actual, que puede engrandecer incluso la película más insípida. "El Libro de Eli" es una de ellas.

Bajo una apariencia verdaderamente inspiradora, un mundo post-apocalíptico, se esconde un film con mensaje, concretamente el de la fe, a pesar de las circunstancias, si alguien mantiene la fe en lo que se propone, al final obtendrá su recompensa. Pero el desarrollo no convence, pues el film ha sido creado a mayor gloria de su protagonista, para su lucimiento, aunque como siempre Washington soberbio en su actuación. Ni siquiera el como siempre papel de malvado para Gary Oldman se sustenta, villano estándar en busca del libro para evangelizar. A Mila Kunis la veo demasiado perdida, y Ray Stevenson parece que va adquiriendo más protagonismo cada vez. Atención al minúsculo papel de McDowell, como bibliotecario.

Volviendo con la historia, como decía, el desarrollo es una bonita colección de postales, con Eli (Washington) repartiendo patadas, tiros y machetazos ante unos malvados que caen como moscas. Eso sí, él es intocable mientras tiene el libro encima. Se pueden encontrar lagunas argumentales y situaciones sin demasiado sentido. Si habeis visto "La Carretera" podría decirse que se trata de una historia paralela a la de Mortensen, solo que aquí la situación es bastante menos dramática y con mucha más acción, pero la persecución es rutinaria y sin mucha emoción. Sin duda se podrían haber aprovechado mejor muchas escenas, y se abusa constantemente de planos a cámara lenta y una falta de luz que a veces molesta a la vista.

En cuanto a la fotografía, es casi de lo mejor del film, con unos apagados tonos ocráceos que inspiran la desolación que pretende transmitir, grises y tonos tristes, muy conseguidos. Si habeis jugado a "Fallout" o incluso a "Borderlands", pueden resultar familiares algunas situaciones y la estética. Si no, como dicen en las críticas, imaginad un western futurista, el desarrolo es similar, pero de western de saldo, nada de pensar en obras épicas. La banda sonora tampoco es apenas relevante, alguna buena melodía salvable, pero poco más.

En definitiva, decepcionante y polvoriento film que no logra transmitir ni emoción ni un desarrollo atractivo, más bien parece una postal de un mundo desolado por algún cataclismo, el mensaje también está muy visto.

Si algo tienen las películas de Stephen Chow, es su originalidad, "CJ7" contiene buenos detalles de la maestría de su director, aunque quizás no se encuentre a la altura de obras como "Kung-Fu Sion" y "Shaolin Soccer".

De entrada se agradece el decente doblaje de los protagonistas, lejos del cutrísimo de "Kung-Fu Sion", menos mal. El filme pretende ofrecer el tan utilizado mensaje de que a pesar de las adversidades, con esfuerzo y trabajo uno puede alcanzar las metas. El principio está bastante bien, pues muestra una historia más o menos creíble en que un padre albañil hace lo imposible porque su hijo sea alguien en la vida, y como este desoye los consejos de su padre, a pesar de quererlo. De paso da un rapapolvo al consumismo y la exclusividad y ofece una visión (aunque escueta) del sector de la construcción.

Los personajes poseen curiosas caracterizaciones, los actores y amigos habituales de Chow están presentes, aunque en este caso la trama gira más en torno a los niños, pero estos, muestran conductas típicas de adultos, como lo que fueran a llegar a ser en un futuro (el empresario, los matones,...) siempre haciendo la vida imposible al chaval. Hasta que aparece CJ7, podríamos resumirlo en esencia como una mezcla entre "Flubber" y el personaje de John Coffey en "La Milla Verde", por los atributos que presenta. Las monerías que realiza hacen poca gracia, y en general, aunque cambia radicalmente el desarrollo de la historia, se encuentra fuera de lugar.

Las escenas absurdas no faltan a la cita de Chow (las peleas de los gordos, la paranoia de la pesadilla,...), siendo algunas de lo más hilarantes, sin embargo, no posee tanto humor como cabría esperar. También existen momentos para la tragedia, pero que rápidamente se tornan en alegría, pues eso es fundamental en los filmes de Stephen Chow, el drama lo dejamos para otros...

Llama la atención el tema "Sunny" de Boney M utilizado aquí a diestro y siniestro, mezclado con otras músicas orientales tradicionales. Los escenarios van desde lo más pobre del hogar, hasta la suntuosa escuela privada, y la obra, prácticamente esos son los lugares donde discurre la trama. Bien caracterizados, y con una sorprendente iluminación y tonos vivos.

En definitiva, muestra rasgos de originalidad ante una bonita historia, lástima que el muñeco CJ7 y su abuso de efectos especiales la desvirtúe. Para pasar el rato y ver algo diferente.

Con la simpleza del argumento, Spielberg logra crear una película con una atmósfera sorprendente, donde la tensión te atrapa desde los primeros instantes en el que aparace el famoso camión; nadie sabe cuáles son sus motivaciones, si tiene algún problema con Dennis Weaver y su famoso "Dodge Cart", o su problema es con el mundo que le rodea, y pretende canalizar su ira con el primer conductor que muestra una actitud "desafiante".

Sea como fuere, la acción se mantiene durante toda la cinta mientras el prota va en su coche, y el espectador asiste frustrado al duelo desigual, en el que Weaver a duras penas consigue darle esquinazo. Los momentos de acción vienen con secuencias intercaladas donde existe buenas dosis de humor, como la parte del bar de carretera, o la de las mascotas, sin abandonar por un instante la ruta trazada; además, los efectos sonoros añaden aún más tensión, la desolación de la propia carretera, los fallos del coche, el aspecto del camión...

En tan pocos días, Spielberg logra crear una estupenda película, absorbente hasta el final, que gustará a cualquier cinéfilo, el montaje y desarrollo de las escenas está milimétricamente calculado, y, ya se encuentra presente el gusto por el espectáculo que propone a lo largo de su carrera, trasladado además con unos planos magníficos. La duración también juega a su favor, pues no se hace larga, y si me apurais hasta te quedas con ganas de más. Un clásico sobre ruedas.