Cuando recuerdo telenovelas de mi infancia, siempre se me vienen a la mente muchachitas lloronas, lamentándose por su suerte. Sin embargo, eso no ocurre con "Café, con aroma de mujer". Por ello, se mantiene inmune al paso del tiempo.

Gaviota fue la diferencia. Hasta el momento, los personajes femeninos eran simples floreros. Pero Gaviota no. Decide ponerse el mundo por montera, asumir las circunstancias que le ha tocado vivir y seguir adelante. Y consigue triunfar en el trabajo, a pesar de no olvidarse de su amor.
Y su amor es Sebastián Vallejo. Alguien muy diferente a ella. Y no sólo en cuestiones monetarias sino en carácter. Eso es, en mi opinión, lo que hace grande esta telenovela. Que no muestra la historia de dos tortolitos tan parecidos el uno al otro, que acabarían por morirse de hastío si la historia durara un poquito más. Gaviota y Sebastián no tienen nada que ver. Una es arrolladora, impulsiva y con un carácter de perros. El otro es tímido, tranquilo y muy prudente. Pero se quieren... y mucho. Y durante toda la historia, los vemos discutir y también reírse de ellos mismos. En definitiva, los vemos quererse pero de una forma algo más real, no como nos lo habían contado hasta el momento.

Estaba deseando que la añadieran a la base de datos. Tenía yo ganas de plantar la máxima nota y Café es un diez como la copa de un pino. No creo que otra telenovela consiga lo que ésta logró: emocionarme y además, hacerme reír a carcajadas. Los aguardientes nunca supieron mejor.

Detective y asesino. Tan diferentes y tan parecidos. Metódicos, ambiciosos, duros y extremadamente inteligentes. Todo funciona en 'The fall' como un perfecto mecanismo de relojería. Todo es preciso, no sobra ni falta nada. Apenas cinco capítulos de tensión absoluta, sin espacio para tomar aire.
Gillian Anderson está soberbia en este rol. Atrayente y magnética y, me atrevería a decir, que hasta más guapa que en 'Expediente X'. A su lado cualquiera palidecería pero sería injusto no reconocerle el mérito a Jamie Dornan, estupendo en su composición de un psicópata atormentado por su propia naturaleza.
Espero ya ansiosa la segunda temporada de un relato tan espeluznante y frío como sólo puede ser la historia de un homicida.

Vaya por delante que a servidora, como a la mayoría de los mortales, le encanta el sexo. Pero eso sí, cuando busco una peli, (independientemente de la temática) necesito que la historia me interese.
Obviamente esto no lo ha conseguido "Suavemente me mata", ya que el guión hace aguas por todas partes. Y por si esto no fuera suficiente, las actuaciones son tan bochornosas que rozan el sonrojo.
Empezando por Heather Graham, (no negaré que la chica es impresionante) a quien una vez más no encuentro ninguna dote artística a destacar. Únicamente se pasa todo el tiempo poniendo cara de niña buena que quiere ser premiada con una golosina...
Joseph Fiennes ha sido la peor decepción del film, ya que tenía cierto respeto hacia este actor. Su papel de amante inquietante no ha sido convincente en ningún momento. Mención aparte para McElhone y el resto de secundarios, totalmente desdibujados.
En definitiva, una historia sin pies ni cabeza y que sólo destaca por la cantidad de momentos sexuales entre la pareja protagonista. Prácticamente en la primera hora no ocurre nada relevante que no sea echar un polvo tras otro. Para eso, es mejor la vida real y no perder el tiempo en bobadas.

La religión puede ser oscura, asfixiante, hipócrita y cobarde. Pero también puede ser nuestro único asidero ante una situación tan complicada que de nada sirve la fortaleza física o mental que poseamos. Da igual que lo llamemos Dios, Ala, Buda o cualquier divinidad hindú. Nos aferramos a ese poder superior para suplicar que no nos arrebate a alguien querido, que podamos superar una mala racha, que salgamos vivos de un naufragio tan atípico como poético.

Esa es mi conclusión sobre 'La vida de Pi'. Yo he decidido creer, quizás porque soy débil o, quizás, porque necesito creer en que hay algo mas fuerte que yo misma o que cualquiera que nosotros. Supongo que tengo fe...

El otro día en la facultad, pude disfrutar de esta película, desconocida para mí hasta el momento.
Se trata de un film que muestra los inicios del periodismo pero de un periodismo que desgraciadamente se está perdiendo por momentos. Aquel que trata de mejorar las vidas de los ciudadanos y no de modelarlas a su antojo.
También muestra las presiones que sufren los que tratan de sacar un periódico útil para la sociedad y con amplios valores morales.
Yo soy una enamorada de esta profesión y a pesar de haber hecho antes otra carrera, sentí que debía hacer lo que siempre había deseado. El tiempo dirá si he obrado bien y consigo trabajar en un medio que muestre sólo una ínfima parte de lo que se muestra en la película. Por desgracía, sé que tendré que conformarme con ganarme el pan y soñar con el periodismo de mi infancia, hecho simplemente para concienciar y entretener.
Volviendo a la película, quiero añadir que no le he puesto más nota porque tiene varias carencias importantes, algunas de ellas consecuencia de su bajísimo presupuesto pero que en conjunto resulta interesante, especialmente por el mensaje que transmite.