Película de episodios de las mejores producidas por Amicus, en la que un joven psiquiatra tendrá que descubrir la identidad de un doctor que ha perdido la cordura en el manicomio que él mismo dirigía.

Su guionista Robert Bloch, Psicosis, profundiza en el tema de la doble personalidad y demás trastornos mentales, en otra deliciosa producción de terror y suspense protagonizada por Patrick Magee y Robert Powell, secundados entre otros, por Peter Cushing y una joven Charlotte Rampling.

Seguro que el director y guionista de Muñeco diabólico, Tom Holland, se inspiró en una de las historias de esta película para dirigir la suya.

No me termina de convencer este thriller de intriga psicológica argumentalmente similar al de un film de Alfred Hitchcock, por culpa de un final con demasiados giros bastante tramposos. (Spoiler)

Lo que más valoro positivamente de la película es el trabajo de Doris Day en un papel en las antípodas a los que nos tiene acostumbrados de reina de la comedia romántica. Su interpretación me pareció muy convincente en el rol de rica heredera paranoica acosada por un maniático perturbado.

La intriga trata de despistar al espectador con personajes susceptibles de ser sospechosos, incluso juega la baza psicológica en base a una posible paranoia de la mujer acosada. Pero como ya he mencionado, el final me pareció muy teatral y me dejó un mal sabor de boca

George Clooney escribe, protagoniza y produce este drama político acompañado de un reparto de lujo en el que se denuncian los entresijos del poder, la falta de escrúpulos y la ambición de los que manejan los hilos. Se trata de una historia de chantaje y traición en la que sus protagonistas muestran el lado más sucio de la política.

Lo malo es que a pesar de su incuestionable calidad el resultado te sabe a poco.

He disfrutado mucho con esta tierna y entrañable historia de superación que no por obvia resulta menos emocionante.

Un estupendo Javier Gutiérrez interpreta a un desquiciado entrenador de baloncesto, que después de provocar un accidente de tráfico estando ebrio, tiene que suplir la condena de cárcel por trabajos a la comunidad, en este caso entrenar a un equipo de personas con síndrome de down.

Javier Fesser dirige y co-escribe una historia creíble y cargada de buenas intenciones que en ningún momento me decepciona. La película se mantiene en pie gracias a un sólido guion y unos personajes encarnados por unos actores la mar de simpáticos.

La moraleja es que el protagonista se acaba humanizando gracias al contacto que mantiene con un grupo de gente tan especial como encantadora.

El cine de licántropos está de enhorabuena con esta estimable y modesta producción británica, en un género del que apenas se hacen películas hoy en día.

Se trata de la historia de un pelotón de soldados ingleses de maniobras por las remotas tierras escocesas, que son atacados por una manada de hombres lobo y acorralados en una aislada granja en la que vive una joven zoologa.

Como siempre en estos casos la falta de presupuesto y medios se suple con grandes dosis de imaginación y talento a cargo de su guionista y director que debutaba con esta película. Neil Marshall sabe cómo mantener la tensión y el suspense en un escenario cerrado durante hora y media de manera convincente con una trama, que sin ser excesivamente original, sí que resulta muy amena.

Aunque no fuera un éxito comercial en su día, actualmente se la considera una obra de culto, y más de un par de décadas después de su estreno, la película está envejeciendo muy dignamente.