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Críticas de CitizenCorleone
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Críticas 25
Críticas ordenadas por utilidad
10
24 de enero de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras catorce años de retraso para llegar a la gran pantalla, la obra maestra de Ridley Scott basada en la novela de Philip K. Dick nunca ha estado libre de polémica, el mismo Harrison Ford se ha negado a hablar de su experiencia durante el rodaje, excepto para decir que fue muy duro, se rumorea que no congeniaba ni con el director ni con la coprotagonista y parece que los conflictos con el equipo técnico, hartos del ritmo de trabajo, eran notables.

Ambientada en un futuro post nuclear en una ciudad de Los Ángeles envuelta por la lluvia, donde los animales ya no existen y con una estética más parecida a la de Hong Kong o Pekín que a una ciudad occidental tenemos una historia conmovedora que gira en torno a un Blade Runner llamado Rick Deckard, encarnado en Harrison Ford al que se le ha asignado la misión de detener a unos replicantes que han entrado en la Tierra ilegalmente. Estos replicantes en principio no son otra cosa sino androides con aspecto humano creados por Tyrell Corporation para trabajos duros y peligrosos, con mayor agilidad y fuerza que los humanos y que no tienen sentimientos ni sienten empatía pero que quieren entrar en la ciudad y poder ser dueños de su destino y su existencia por muy eléctrica que sea, por lo que se podría establecer una paradoja semejante a la que ocurre hoy en día con los inmigrantes que quieren realizar sus sueños en el mundo occidental.

El personaje de Rick Deckard es una especie de Humphrey Bogart futurista, un tipo duro que investiga en una ciudad sobresaturada bajo un manto de lluvia ácida y de luces de neón para desenmascarar una trama propia de un filme de género negro que no sabe en qué va a acabar, sin ser dueño de su destino, al igual que a los personajes que persigue. Este se ve envuelto en una trama de amor con una replicante que trabaja para el mismo Tyrell, el creador de los muy humanos robots que muy a menudo no saben que son exactamente como la coprotagonista. El papel encargado de protagonizar al replicante estrella llamado Roy Batty es Rutger Hauer, una imitación perfecta y superada del ser humano que se rebela contra la humanidad, algunos críticos han visto semejanzas religiosas entre esta complicada relación entre el replicante y el creador. Sea así o no, lo cierto es que el film tiene un entramado más profundo y complejo de lo que cabría esperar y esto se resume en un bello final en el que se enfrentan los dos protagonistas y que se podría considerar una de las partes más memorables de la historia del cine, el replicante hace gala de una humanidad superior que la de los humanos que le persiguen y se da cuenta de cuál es el acto más humano que cabría esperar, en un discurso bello y eficaz en el que el replicante pasa por diversos estados anímicos; orgullo, intriga, asombro, nostalgia y tristeza, para finalmente dar paso a su despedida, Roy ha sentido con pasión la fuerza de vivir y por eso no ha querido dejar atrás todo lo que ha visto, así lo entenderá Rick que quedará asombrado tratando de asimilar lo sucedido. La escena final deja abierta la posibilidad a nuevas conclusiones para el espectador por lo que la doble interpretación y la polémica están servidas.

Como muchas obras de arte Blade Runner nació del conflicto y la pasión, el hecho de que fuera un fracaso inicial y sólo tras la versión del director se convirtiera en objeto de culto es prueba de ello, el resultado final es una simbiosis ideal entre ciberpunk, cine negro, futuro post apocalíptico y estética oriental creando la distopía perfecta y una de las obras definitivas del género de ciencia ficción y del cine universal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
CitizenCorleone
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8
11 de abril de 2011
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Haz lo que debas, de Spike Lee, es quizás su película mas controvertida y atrevida en todos los sentidos, criticada en su momento por presunta incitación a los disturbios y a la violencia, con el tiempo se ha convertido en una de las películas mas representativas sobre la difícil existencia del gueto.


Con vivos colores y atrevidos ángulos, Lee retrata la vida diaria en un barrio negro de Brooklyn, captando momentos de camarería entre vecinos. Todo transcurre en un día caluroso que caldeando el ambiente parece acentuar lo que se va a avecinar, en una serie de secuencias sin aparente relación que parecen no contar nada en concreto, pero todos estos hechos juntos van tejiendo una historia de verdadera importancia; Lee atrapa la cotidianidad del gueto para desenmascarar las pequeñas injusticias diarias que desembocan en una inesperada revuelta de carácter social y represión policial a causa de la tensión racial existente, así los pequeños propietarios coreanos de la esquina o los dueños italianos de la pizzería son vistos como intrusos que representan la pequeña aristocracia del barrio, y por lo tanto son vistos con resignación y envidia por los habitantes de color.


Los personajes están muy logrados y cada uno cumple un vital papel en el curso de la historia; Sal el dueño de la pizzería que tiene que lidiar con mantener un negocio en un terreno prácticamente hostil y con dos hijos uno de los cuales, Pino, odia trabajar en un barrio de gente de color y el otro, Vito, mas tolerante, Mookie, el chico del barrio que trabaja con ellos que sólo vela por su propio interés y al que nada le importa, Da Mayor, un viejo alcohólico al que nadie hace caso y del que todo el mundo se burla representando los viejos valores frente a una juventud violentada, Radio Raheem que con su ghettoblaster va a todos lados, el simpático trío de vejetes que siempre están bromeando entre ellos sentados en una esquina y pasando el día mientras ven como ocurre todo en el barrio o el pequeño grupo de latinos que conviven en relativa armonía con el colectivo vecino.



Dirigida en un momento en el que el fenómeno del Rap aún tenía algo que decir, oímos salir del ghettoblaster de Radio Raheem a todas horas la canción de Public Enemy "Fight the Power" adquiriendo así el film, la distinción de cine de protesta social. Como casi todo lo que dirige Spike Lee, la película se convierte en un testimonio real a causa de la tensión entre dos comunidades bien diferenciadas culturalmente, y como no, porque además sirve de vehículo conductor para demostrar las injusticias y abusos sufridos por los afroamericanos, aunque los hace también a ellos participes de la intolerancia y el prejuicio. Más que a las revueltas, la película llama al buen entendimiento entre razas.
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CitizenCorleone
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9
15 de setiembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En contraposición al cine actual estadounidense que cada vez está más falto de ideas y de calidad artística, las series para la televisión se presentan cada vez con más fuerza como las dignas representantes actuales del Séptimo Arte. Si bien se puede decir que la serie Los Soprano fue la que inició una nueva etapa en las series de la televisión por cable por la complejidad de su argumento, su elevada calidad artística y sus beneficios económicos, con Breaking Bad se confirmó el estado de gracia que viven las series para la televisión y ha conseguido que haya un antes y un después, porque a partir de esta serie tan comentada y seguida, nada ha vuelto a ser lo mismo. No solo porque fuera una de las causantes del desplome de otra grandísima serie como Boardwalk Empire (la otra fue Juego de Tronos) ni por la multitud de premios y adulaciones por parte de la critica la cual se rindió casi por completa ante la obra, sino porque al principio llegó al espectador de una manera discreta para poco a poco convertirse en un fenómeno de masas y en uno de los iconos más importantes de la cultura actual rompiendo con todos los índices de audiencia.

La historia nos mete en la piel de un sacrificado y pasivo Walter White, profesor de química de instituto y además trabajador en una estación de lavado de coche por las tardes, el cual tiene una vida tediosa y monótona en la que su mujer toma prácticamente todas las decisiones y lleva las riendas de su vida, en contraposición a su cuñado el cual tiene una vida más interesante al ser miembro de la DEA y que tiene el carisma que le falta a White. Por otra parte está su hijo, Walter White Jr, el cual tiene parálisis cerebral y aun va al instituto, y para rematar una hija viene en camino. El día que a Walter White le diagnostican cáncer pulmonar inoperable se da cuenta de que va a dejar muchas facturas sin pagar y que debe dejar algo a su familia, así que después de acompañar a su cuñado a una redada a un laboratorio de metanfetamina y descubrir que uno de los implicados es un antiguo alumno suyo llamado Jesse Pinkman el cual logra escapar, decide usar sus grandes conocimientos de química para emprender un negocio de venta de drogas con ayuda de su antiguo discípulo. La idea de la serie es enfrentar al protagonista a situaciones que a priori parecen no tener salida para el protagonista a ojos del espectador pero el cual sale gracias a sus conocimientos científicos y a su ingenio unido a su carácter tenaz. Esta aventura que al principio se nos muestra como algo fortuito, va adquiriendo poco a poco dimensiones dramáticas, para convertirse pronto en una serie de situaciones impredecibles que se le escapan de las manos a nuestros protagonistas, debido a su escasa experiencia en el mundo de los bajos fondos, estas situaciones se les quedan muy grandes, porque al fin y al cabo White no deja de ser un profesor de química y Pinkman no deja de ser un traficante de poca monta. Pero nuestro protagonista, al entrar en contacto con el bajo mundo de narcotraficantes violentos, pandilleros rabiosos y drogadictos desquiciados se vuelve poco a poco más oscuro y sombrío, por lo tanto se convierte en el antagonista de la serie y en la quinta esencia del mal.

La serie, por su frenesí y por su ímpetu de ponernos en tensión, nos recuerda que las malas decisiones del pasado nos llevan a cometer actos en el presente que nos pueden traer malas consecuencias, Jesse y Walter se encuentran en esa situación, se convierten en dos modernos forajidos que viven al margen de la ley y son esclavos de sus circunstancias y de las malas decisiones que tomaron, White por vender su parte de la actual prolífica empresa de químicos que lleva su antiguo socio y amigo y rechazar toda ayuda de éste, y Pinkman por alejarse de los buenos hábitos y de la vida cómoda que le ofrecía su familia, esclavos también de su amoralidad y de su escaso apego a las leyes establecidas, sin creencias de ningún tipo, sin ética propia, sin leyes, todo vale y nada los detiene. Cada vez que dan un paso lo hacen en falso para acercarse aún más al abismo, pero tampoco hacen mucho por salir del circulo oscuro en el que están. Su relación es compleja, se necesitan el uno al otro, tanto como se necesitaban el Quijote y su escudero Sancho. En Breaking Bad ocurre que por momentos es Pinkman el que se vuelve oscuro y avaricioso al igual que su socio, pero en otras circunstancias se vuelve cauto y prudente en contrapeso con su ambiguo socio, son incompatibles y se odian a morir pero se necesitan y lo saben, y por eso se protegen. Enfrentados no sólo a sí mismos y a sus propios demonios, se enfrentan también a un ambiente violento carente de sensibilidad, sin nada a lo que atenerse los personajes que los rodean son tan amorales como ellos mismos, sólo que esos personajes conocen bien el medio mientras que nuestros protagonistas son novicios. Éstos se ven inmersos en un mundo de completa perversidad que daña la psique de cada uno de ellos de manera irreversible, pero curiosamente mientras que la personalidad del en principio correcto White se va oscureciendo, la de Pinkman se va realzando y definiendo. Quizás sea la relación entre dos personajes más interesante que haya dado el Séptimo Arte.
Pero además de todo este análisis distingo un significado más profundo en la serie: para mí el desarrollo de la oscura trama indica que ha habido una gran transformación en el estilo de vida estadounidense, ya no existe el idealismo de décadas anteriores donde se quería transmitir los valores tradicionales de la familia el trabajo o el deber o conceptos como el amor, la convivencia, el vecindario o la amistad, el país se ha transformado y el sueño americano se ha hundido, la violencia, la deshumanización y las drogas están a la orden del día, y la vida del protagonista es un paralelismo del país que ha sufrido un gran cambio que se podría definir perfectamente como decadencia.
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CitizenCorleone
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9
15 de setiembre de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decía uno de los miembros del Silent Team, creadores de la aterradora saga japonesa de videojuegos SIlent Hill, máximo exponente del Survivol Horror, que para agitar el corazón humano y estremecer al espectador había que pensar profundamente en sexo y muerte, premisas básicas del terror psicológico, condiciones que cumple a la perfección La escalera de Jacob, inspiradora a su vez en gran parte del juego mencionado. La película cuenta el descenso personal de un ex combatiente de Vietnam al infierno. Su tranquila vida cotidiana se ve alterada cuando empieza a sufrir alucinaciones en forma de miedos y traumas pasados que aparecen como figuras deshumanizadas y casi abstractas.

Aquí todo ocurre de manera muy sutil en la mente del protagonista, nada es lo que parece y nada se da por hecho, aquí se juega con el espectador, todo es confuso, a lo largo del desarrollo de la historia nada queda claro, al contrario, cada vez hay más preguntas sin responder acerca del verdadero significado de la historia, de dónde está la línea que marca el límite entre lo que es real o lo que es ficticio, de que es lo que está ocurriendo realmente, si es a causa de una imaginación o de la mala interpretación personal acerca de los sucesos o por el contrario realmente está siendo perseguido por seres paranormales o peor aún, reales, cada secuencia y casi cada toma tienen un significado específico acerca de la mente del protagonista y de su historia, están llenas de simbolismo acerca de los miedos y obsesiones humanas y realmente merece la pena detenerse a analizarlas. Todo es tan sutil y elegante que lo que pienso al ver una escena aterradora es: “No sé qué he visto, solo sé que es aterrador pero quiero volver a verlo”. Al igual que Nueva Orleans hace de escenario perfecto como telón de fondo para la película “El corazón del Angel” con todo su trasfondo de superstición y magia, Nueva York tiene la esencia perfecta para crear un ambiente opresivo y una atmosfera irreal y además de servir como metáfora de la mugre humana y de la locura del protagonista donde le acompañan personajes que a veces rayan lo onírico. La actuación de Tim Robbins está magistralmente interpretada, no sé cómo actuaciones así pasan tan inadvertidas, con su sonrisa transparente y sincera que contrasta con su mirada enigmática y que refleja la paranoia total, resulta simplemente perfecta para el exigente papel protagonista.

No es necesario destripar el argumento, pero en definitiva si usted quiere una experiencia inmersiva en una historia brillante y acompañar al protagonista a lo más profundo de la psique humana, esta es su película, si es de los que el miedo les acompaña a la cama al apagar el televisor, entonces sin duda no debería empezar a verla, pero si por el contrario usted es del escaso tipo de personas que sí que le gusta llevarse esa bella sensación al cerrar los ojos, esta es sin duda la mejor obra que le puede acompañar a usted bajo la aparente protección de las sábanas. Al estar inspirada en una historia real es bueno recordar lo que sugería uno de sus protagonistas, en cuanto a que los portadores del mal residentes en la Tierra quizás nos intentaran salvar de la misma. Nada tan cierto puesto que el Infierno está en la Tierra.
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CitizenCorleone
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24 de enero de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ciudad de Dios es probablemente una de las mejores películas jamás realizadas en América Latina y sin duda la mejor protagonizada por niños, en esta cinta que brilla con luz propia y que bebe de los estilos de Quentin Tarantino, Guy Ritchie y Martin Scorcese los protagonistas son gángsteres adolescentes en los que su paso de la infancia a la mayoría de edad se ve obstaculizada por la difícil existencia en una favela de Rio de Janeiro. Ya se habían realizado otros films sobre favelas como Pixote, la ley del más débil u Orfeu y también se realizarían otras notables como Tropa de élite pero ninguna captó la esencia de una época y un lugar como en el film de Fernando Meirelles.

Cuenta principalmente la historia de dos chicos bien distintos a los que el destino termina por juntarlos de alguna manera. Buscape es un niño sensible de la favela que crece sin meterse en líos al ver como a su hermano le fue mal en el mundo de la delincuencia y que sueña con ser fotógrafo algún día. Su dominio del territorio y su habilidad para no mezclarse con quien no debe le convierte en un observador casi invisible de su entorno lo que le llevará a ser un fiel testigo fotográfico de lo que sucede a su alrededor. Por otra parte Zé Pequeño, a quien Buscape trata de evitar a toda costa, es un brutal asesino, despiadado y sin remordimientos que controla la mayoría de la favela tras haberse hecho con ella mediante métodos violentos pero siguiendo la línea de quien todo lo quiere acaparar, decide meterse en una guerra contra un capo rival que dejará la favela al borde del caos. Al final se muestra como la existencia en Ciudad de Dios es cíclica y parece que se da a entender que un sitio donde se han perdido los valores humanos de empatía y convivencia nada se puede arreglar.

El rodaje estuvo acompañado de dificultades, se le pidió permiso a un jefe local que accedió a cambio de contratar a gente de su favela y uno de los protagonistas se empeñó hasta tal punto en conseguir su papel, que se pasó varios meses viviendo en una favela, todo esto aportó mayor realismo al film quizá por ello la violencia es retratada con realismo y las situaciones llegan a incomodar pero tiene la curiosa virtud de no llegar a ser visceral, gracias a una narrativa ligera, con situaciones cómicas y personajes desenfadados. El ritmo es frenético, la voz en off ayuda a entender como se entrecruzan con maestría varias historias y personajes distintos, los guiños cinematográficos al cine anglosajón de gangsteres de las últimas décadas están presentes así que los acercamientos de zoom e imágenes impactantes abundan. En definitiva Ciudad de Dios es un soplo de aire fresco al género y una película de altísimo nivel.
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CitizenCorleone
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