Laura de Otto Preminger es una inolvidable e imprescindible cinta de cine negro estadounidense. Magistralmente dirigida, con un ritmo entretenido y con varios cambios de trama que dejan al espectador expectante dentro de un argumento bien embrollado.
El guión es algo intrincado pero bastante original, entretiene al espectador a la vez que lo intriga. También contiene una clásica narrativa al principio, unos diálogos ácidos e ingeniosos además de una música apropiada y acertada.
Las actuaciones son convincentes y con personalidad, en especial las de Gene Tierney, Dana Andrews y Clifton Webb, cuyas interpretaciones son las que tendrán al público pegado al asiento. Además, tiene un final remarcable que dejará a todo el mundo con un buen sabor de boca, por haber contemplado una gran obra, con un final emocionante.
En definitiva, una gran cinta sin desperdicio, bien dirigida e interpretada, y con una historia en su interior de las que dejan huella, convirtiéndose en un clásico indispensable para cualquier amante del buen cine negro y del séptimo arte en general.

La leyenda de Barney Thomson, de Robert Carlyle, es una comedia negra que toma como base los asesinatos en serie accidentales de un tímido y nervioso barbero que tras las múltiples quejas de sus clientes, es despedido por su jefe, dando comienzo entonces a una serie de desafortunados sucesos que lo irán envolviendo en un problema cada vez mayor.
Con esta premisa, su novel director Robert Carlyle, construye su ópera prima con los cimientos de un humor negro inglés que funciona por momentos, aunque en ocasiones baja algo su nivel y se posiciona finalmente como un film decente pero no imprescindible. Tiene eso sí, el acierto de ir enlazando nefastas coincidencias en su protagonista interpretado por él mismo (Robert Carlyle), para llamar la atención del espectador seguidor de esta clase de cine negro que mezcla con habilidad el drama y el humor. En este caso, tomando como referente los asesinatos en serie de un extraño individuo que es sometido a la voluntad de su madre (Emma Thompson), de carácter fuerte y manipulador.
Es, por tanto, una obra que tiene escenas de un humor retorcido pero efectivo que va llegando al espectador con más o menos acierto, dependiendo de la aceptación que este tenga sobre el género. Además, es digno de mención, que para ser la primera obra de un director muy reconocido dentro de la interpretación inglesa, tiene bastante intención en lo que realiza y se posiciona dentro de una difícil categoría que tiene un público seguidor bastante exigente, cumpliendo decentemente en lo que realiza, aunque podría haber sido algo mejor si su ritmo hubiera sido más dinámico.
En conclusión, considero La leyenda de Barney Thomson, una obra modesta pero intencionadamente provocadora que deja tras de sí, la sensación que aunque podría haber sido mejor, es una buena ópera prima que quizás abra la puerta al reconocimiento en el género de comedia negra a un director principiante que tras obtener satisfacciones en la interpretación, se haya propuesto dar el salto a coger la batuta en la dirección de películas. De modo, que es una película recomendable de ver aunque sin esperar a cambio una gran obra que deje enormes sensaciones, sino más bien como algo que deja correctas vibraciones y la duda de si en el futuro Robert Carlyle, seguirá en la misma dirección tomada con esta comedia negra de firmes convicciones.

Dope, de Rick Famuyiwa, es una comedia basada en las andanzas de un joven de raza negra que vive en un barrio problemático de Los Angeles, y mientras intenta ingresar en la universidad realizando entrevistas, vive una inesperada aventura con dos amigos suyos con los que forma un grupo musical. Con esta trama, el director da forma a una comedia cuya clave de humor no es efectiva siempre, pero si ofrece una sonrisa durante su transcurso y un producto original que deja grata sensación tras su visionado, ya que cuando llega al final, sorprende al público con su autenticidad. Por tanto, es en definitiva una película que en principio parece seguir los pasos de cintas como Los chicos del barrio o Straight outta compton, pero que al final deja claro su desmarque hacia un cine más inusitado y menos reivindicativo.
Uno de los puntos fuertes de la cinta, es que va de menos a más y confunde en sus intenciones al espectador al sorprender a este con su desenlace y el desarrollo de su trama y personajes, dando un buen resultado que gustará a los buscadores de obras que huyen de lo convencional, aunque eso sí, el humor que pretende trasmitir no es efectivo para todos y no son demasiadas las ocasiones en las que este aparece con fuerza para sacar las risas del espectador. Por lo que considero justo, encuadrar la obra también dentro del género de drama, aunque sea light, ya que la intención de su historia no se limita solo al humor, y es efectivo también el resto de lo que ofrece.
Al desgranar el film, también son buenas las sensaciones que deja. Sus interpretaciones, de caras no muy conocidas a excepción de la de Zoë Kravitz, son buenas y cuentan con las colaboraciones de Shameik Moore, Tony Revolori, Kiersey Clemons y Blake Anderson entre otros. La fotografía es lumínica y alusiva de barrios conflictivos en una apropiada tarea. La música es evocadora también del lugar y estimulante en sus ritmos. Y los planos y movimientos de cámara consuman un trabajo técnico bastante informal a través del uso de la cámara en mano, seguimiento, subjetivos, plano-contraplanos, reconocimiento y circulares que sacan lo mejor de las interpretaciones y las correrías personaje.
En definitiva, considero Dope, una película entretenida, divertida y sobre todo bien trabajada en originalidad, que sorprenderá al público abierto a conocer nuevas experiencias fílmicas que ofrecen detalles únicos y atractivos para el espectador que busque innovadoras tramas. Por lo que, es recomendable para los que tengan la mente abierta y huyan de convencionalismos, para indagar en un cine que no es lo que parece en principio, ya que pretende sorprender con un desarrollo de personajes inesperado y un desenlace imprevisto.

Star Wars: El despertar de la Fuerza de J.J. Abrams es una secuela de ciencia ficción, fantasía y aventuras espaciales que sitúa la historia años después de El retorno del Jedi. Dirigida con un ritmo activo en la trama y vertiginoso en la acción y con un estilo muy parecido a las primeras entregas incluso con sus acertadas notas de humor, es una obra atractiva que tiene además momentos apasionantes que encantará a los seguidores del género que esperaban con ansia la continuación de las primeras entregas de Star Wars, concluyendo un cautivador film que no defraudara ni siquiera a los más exigentes por dejar en el aire varias cuestiones de quien es quien para ser descubiertas en las siguientes entregas.
La fotografía es fantástica y futurista en sus imágenes portentosas repleta de matices sensacionales que logran un soberbio trabajo visual que apasiona y transporta al público a esas galaxias muy lejanas, mostrando también algunas imágenes hermosas. La música es evocadora de la saga como era de esperar y utiliza para la acción sonidos enardecedores y estimulantes que excitan al público en las escenas oportunas, inquietando también en las partes dramáticas con sonidos intensos y penetrantes que añaden emoción y más espectáculo gracias al incomparable John Williams. Los planos y movimientos de cámara consuman un excelente trabajo técnico mediante el uso del avanti, retroceso, steadycam, grúas, reconocimiento, generales, panorámicos, aéreos, cámara en mano, primeros y primerísimos planos, circulares, rotación y detalles que exprimen lo mejor de las interpretaciones y sobre todo de la acción. Cabe señalar también, los efectos visuales sorprendentes y admirables que añaden atractivo y exaltación a los incondicionales de Star Wars.
Las actuaciones son auténticas y muy apropiadas para la historia. Como protagonistas Daisy Ridley aporta aire fresco a la saga con un personaje femenino que no desciende de la realeza al igual que John Boyega, que con su personaje aporta algo nuevo a la historia, siendo estupendos los acompañamientos muy esperados de Harrison Ford, Carrie Fisher y Mark Hamill y aportando mucho también las nuevas incorporaciones de Oscar Isaac, Adam Driver, Domhnall Gleeson, Max von Sydow, Gwendoline Christie, Lupita Nyong'o y Andy Serkis entre otros. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones fascinantes y sugerentes en una espectacular labor que está cuidada al más mínimo detalle, logrando con ello una tarea sobresaliente que junto con los magníficos decorados te transportan al mundo Star Wars.
El guion, escrito por el director junto con Lawrence Kasdan y Michael Arndt y basado en los personajes de George Lucas, continua hábilmente la historia donde se dejó tras El retorno del Jedi y recupera varios personajes míticos de entonces para seguir desarrollándolos con acierto, centrando su trama en la búsqueda de Luke Skywalker que anda perdido en la galaxia para finalizar un notable y emocionante film que no solo gustará a los incondicionales de la saga, sino que también atrapará a un nuevo público que buscará respuestas sobre el origen y el desarrollo de algunos personajes e historia de la clásica trilogía. Esto se lleva a cabo con una narrativa expresiva y clásica que también contiene unos diálogos burlones y ocurrentes para aportar algo de humor al film. Cabe destacar también, el montaje seguido y acompasado que va mostrando la historia poco a poco y también a sus personajes dejando lo mejor para el final, aunque como nota negativa quizás le sobre algo de metraje.
En definitiva, la considero una obra imprescindible e indeleble que continua con atractivo y mucho acierto los films originales de Star Wars, ya que tiene todos los componentes necesarios para apasionar con su visionado a todos los seguidores del género por aportar con nuevos personajes aire fresco a la saga y también por seguir desarrollando la historia de los personajes clásicos. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, efectos, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que hacen de Star Wars: El despertar de la Fuerza, un portentoso film que mantiene alto el listón de la serie de películas más admiradas y seguidas por incondicionales desde hace muchos muchos años.

En el corazón del mar de Ron Howard es un drama de aventuras marinas basado en la historia real que inspiró a Herman Melville para escribir Moby Dick. Dirigida con un ritmo tranquilo en la trama y vigoroso en la acción, es una obra atractiva en su variación de la historia ya conocida, ya que narra uno de los hechos reales que inspiraron al autor para escribir el conocido libro de Moby Dick, llenando el film de aventuras y acción para apasionar a los seguidores del género, ya que posee todos los componentes necesarios para dejar gran sabor de boca tras su visionado, concluyendo con ello un remarcable film que no defrauda a nadie.
La fotografía hace gran uso de los claroscuros y logra una hermosa y alusiva labor que está cuidada al más mínimo detalle visual, añadiendo espectáculo al film con imágenes impactantes que desconciertan por su violencia natural. La música es estimulante y alentadora por un lado e intrigante y misteriosa por otro gracias a sus sonidos rítmicos y también emotivos que cumplen con un gran acompañamiento musical de Roque Baños. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica soberbia mediante el uso de la cámara en mano continua para añadir dramatismo, tercera persona, avanti, retroceso, steadycam, plano-contraplanos, detalles, circulares, rotación, grúas, generales, panorámicos, aéreos, seguimiento, primeros y primerísimos planos que exprimen lo mejor de la acción. Cabe destacar también, los efectos visuales y de sonidos espectaculares que asombran y transportan al público en las escenas oportunas.
Las actuaciones son contundentes y acertadas. Como protagonistas Chris Hemsworth está implacable y lúcido en su labor, Cilliam Murphy está notable en su papel y Benjamin Walker está correcto en su tarea, siendo remarcables también los acompañamientos de Tom Holland, Ben Whishaw, Brendan Gleeson, Michelle Fairley y Jordi Mollá entre otros. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones evocadores de la época y el personaje, sobre todo en los marineros en una magnífica tarea que junto con los decorados y exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por Charles Leavitt, Rick Jaffa, Peter Morgan y Amanda Silver y basado en la novela de Nathaniel Philbrick, es emocionante en líneas generales y va creando poco a poco una atmósfera de aventuras y obsesión por cazar a la ballena que absorbe al público y lo mantiene pegado al asiento con mucho acierto, finalizando un atractivo film que es apasionante cuando quiere serlo y deja notables sensaciones tras su visionado. Esto se lleva a cabo con una narrativa profunda con voz en off que es antigua y educada y lleva además impresa algunos toques líricos. Cabe señalar también, el montaje con flash-back narrativo para ir situando al público en situación y en la historia vivida.
Concluyendo, la considero una obra llamativa y bien lograda en lo que se propone que hace pasar un buen rato a los buscadores de aventuras marinas para someter al público a la acción y a unos efectos visuales sorprendentes que son un auténtico viaje visual y sonoro para el espectador a la época y hechos narrados. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, efectos, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que vuelven a En el corazón del mar, un film vistoso y cumplidor que sin ser una gran obra cumple de sobra con su cometido.