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España España · JEREZ DE LA FRONTERA
Críticas de jaime salado
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Críticas 215
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
12 de febrero de 2024
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Comentamos hoy esta reciente película basada en la novela Shrine de James Herbert. En españa ha sido calificada como cine de terror si bien yo creo que se trata más bien un thriller con temática religiosa. También su nombre ha sufrido modificaciones. Ha sido llamada en España "Ruega por nosotros", mientras que en inglés el título es completamente distinto, "The unholy - Lo profano".

Se trata de la única película dirigida hasta la fecha por Evan Spiliotopoulos, si bien como guionista sí ha participado ya en 15 películas, entre ellas la reciente "El exorcista del Papa". El elenco de actores está formado en su mayoría por conocidos de series de Tv como Jeffrey Dean Morgan (The Walking Dead, Anatomía de Grey), Cricket Brown (WeCrashed), Cary Elwes (Stranger Things) o Katie Aselton (Legión). Escapa de esta lista William Sadler, mucho más acostumbrado a ejercer de secundario en largometrajes de prestigio (La Milla Verde, Cadena Perpetua o La Jungla 2). De la música destaca un bellísimo Ave María de J.S. Bach interpretado a capella por la protagonista principal. A nivel de taquilla se constató una vez más que este tipo de películas siempre son un acierto, ya que con 10 millones de dólares de presupuesto recaudó más de 30. No fue tan benévola la crítica especializada, que la tachó de quedarse a medio camino entre una película de acción y una de terror. No obstante con este tipo de críticas siempre digo que hay que ser precavidos, ya que todo lo que tiene contenido suele ser puntuado muy a la baja, a las pruebas me remito.

Vamos con el argumento, que es muy sugerente. Gerry Fenn es un periodista desacreditado por haber inventado en el pasado historias con las que saltar a la fama. De manera casual -o causal según se mire- se encuentra con Alice, la sobrina del Padre Hagan, un sacerdote del pequeño pueblo de Banfield (Massachussets) quien afirma que se le aparece la Virgen María. Tras grabar casi accidentalmente un milagro, la Diócesis envía a investigar al Obispo Gyles y el Vaticano a Monseñor Delgarde, quienes tendrán que averiguar si lo que dice la muchacha es atribuible a la Virgen o a un engaño del que formaría parte gran parte del pueblo.

Lo primero que hay que decir es que la trama religiosa funciona bastante bien, en su mayor parte está bien documentada y no deja de ser una mera invención, ya que a diferencia de muchas otras películas de acontecimientos sobrenaturales no tiene la manida coletilla de "Basado en un caso real" que las encorseta excesivamente. Esta libertad le concede un guión original y existe bastante riqueza en las diferentes facetas que van mostrando los personajes, si bien el tema está ya tan manido que requiere siempre una vuelta de tuerca más, en este caso, con un final que para mi gusto mezcla el "happy end" con un exceso de efectos especiales. Los personajes aportan cada uno un par de visiones -al menos- sobre la cuestión debatida, ya que todos ellos -sin excepción- evolucionan de sus posiciones iniciales a otras más profundas. Especial mención merece el periodista, Gerry Fenn, quien va pasando del egoísmo inicial y la falta de fe en sí mismo, en los demás y en Dios a recuperarlas todas ellas de manera progresiva. Desde este punto de vista se me antoja una película muy aprovechable para un análisis exhaustivo de cada personaje y sus evoluciones interiores.

Vamos con lo negativo. La excesiva reiteración en temas quemados. Hay escenas que parecen sacadas de La Aparición, de El tercer milagro o de cualquier película de exorcismos de las que tanto abundan últimamente, pero ello es casi inevitable por la proliferación de films de esta temática, que mientras sigan siendo rentables no creo que decrezcan. De la misma manera, siempre se echa en falta algún asesor espiritual en las escenas sacramentales, ya he comentado en otras ocasiones que son errores fácilmente evitables y no hacerlo empeora el producto. En este caso presenciamos una Eucaristía en la que se pasa del Cordero de Dios a la Consagración (el orden está invertido) y otra que comienza con una consagración a la Virgen María que no es litúrgica y por lo tanto, falsa.

No obstante, a nivel espiritual el guion está plagado de frases bastante profundas y diálogos cargados de contenido religioso, en un ambiente en el que los objetos sagrados (estatuas que lloran lágrimas o sangre, capillas, cruces -latinas e irlandesas-, rosarios...) abundan por doquier.

Resumo antes de pasar al spoiler: Recomendable, tampoco para perder la cabeza, pero sí me parece una buena inversión de un tiempo que, por cierto, no es excesivo (95 minutos).

Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/

Algunas de las frases más destacables (en el orden en el que aparecen en el film) son:
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jaime salado
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7
8 de febrero de 2024
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Comentamos hoy una película de Taylor Hackford que este año precisamente cumple el vigésimo segundo aniversario de su estreno. Se trata de un producto comercial de Hollywood con un reparto de lujo, encabezado por Keanu Reeves, Charlize Theron y un soberbio (como siempre) Al Pacino. Tanto su título inglés como la traducción en latinoamérica es "El abogado del diablo", para mi gusto bastante más acertado que el que se le puso aquí en España. La película presenta varias temáticas teológico-morales que hacen muy recomendable su visionado. Antes del análisis de la película, dos detalles curiosos: el primero, la lujosa casa en la 5ª Avenida de New York del protagonista que encarna al diablo (Milton) fue cedida para la grabación por un emergente Donald Trump, quien 19 años después se convertiría en presidente de los EE.UU. El segundo es respecto la BSO, que incluye temas de los Rolling Stones, Frank Sinatra y... del almeriense Tomatito, interpretando a la guitarra el tema "A mi tío El Niño Miguel".

Centrándonos en el argumento de la película, éste consiste en la contratación de los servicios como abogado del prometedor joven Kevin Lomax (Keanu Reeves) por parte de John Milton (Al Pacino). Lo que al principio se presenta como la mejor noticia de su vida poco a poco va teniendo consecuencias desastrosas para Kevin y su mujer Mary Ann (Charlize Theron) hasta el punto de destrozar por completo sus vidas.

Diseccionando un poco la película podemos decir que su línea argumental es doble. Por un lado, se intenta reflejar el mundo de la abogacía (especialmente en New York), en el que lo único que interesa a la mayoría de sus protagonistas es subir en el escalafón y ganar juicios a toda costa, aún a pesar de utilizar recursos inmorales. En palabras de Milton, "Los abogados son los ministros del diablo". El guión no escatima en aportar elementos negativos como testigos falsos, perjurios, chantajes, corrupción... todo con tal de ganar un juicio. La película es en este sentido una crítica feroz a este sistema de vida inhumano y deshumanizador. Dentro de este mundo jurídico, el film explora además el hábitat más sagrado de la persona (la conciencia), donde el libre albedrío de cada persona se la juega y cada uno se debe plantear la siguiente cuestión: ¿es moralmente correcto defender por dinero a quien a ciencia cierta se sabe que es culpable y de quien se puede presuponer que en caso de quedar absuelto seguirá delinquiendo? No me parece una pregunta menor y agradezco a Dios no haber tenido en mi vida personal que responderla en primera persona.

Unido a ello se presenta el tema de la presencia real del demonio en el mundo, que mueve a su antojo los hilos de la corrupción y es capaz de envenenar el corazón de las personas para que lo adoren a él como único dios verdadero. Para ello utiliza multitud de recursos (dinero, poder, sexo, prestigio, violencia...), aunque John Milton -el personaje representado por Al Pacino- lo resume en uno: hacer creer a cualquier persona que su único dios es él mismo, engordando su vanidad, su narcisismo y su soberbia. en sus propias palabras: "Es mejor reinar en el infierno que servir en el cielo". Me parece una perspectiva bastante acertada de cómo actúa el mal en el mundo, ya que la raíz de todo pecado suele ser un acto de egoísmo o desobediencia a la voluntad de Dios, tal y como sugiere el pecado original del Paraíso del Edén.
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jaime salado
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7
8 de febrero de 2024
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Analizamos hoy Forja de hombres, un film con 86 años de antiguedad pero por el que el tiempo parece no pasar. La cinta de Norman Taurog fue acreedora de cinco nominaciones a los Oscars (incluyendo Mejor Película) de los que finalmente solo obtuvo dos, Mejor Actor (Spencer Tracy) y Mejor Guión Original. Al oscarizado protagonista principal le secundó magistralmente el por aquel entonces niño Mickey Rooney, quien comenzaba una carrera cinematográfica plagada de éxitos. Su desparpajo e interpretación ya auguraban esa brillante carrera.

Una curiosidad muy interesante: La película está basada en la historia real del Padre Edward Flanagan, quien murió 10 años después del estreno del film, lo que le convertía así en la primera persona de la historia en la que el actor que interpretaba a una persona viva ganaba un Oscar. Dicho Oscar fue regalado (a regañadientes, eso sí, y asegurándose de que La Academia le entregaría a él una copia) por Spencer Tracy al Padre Flanagan, tras una confusión en la promoción del film por parte de un guionista, quién aseguró a los periodistas que esa era la intención de Tracy (sin consultarlo con el interesado...).

Vamos con el argumento, que tantas y tantas veces se ha repetido en la historia del Cine, tanto con protagonistas curas o monjas como profesores, médicos o misioneros...:

El Padre Edward Flanagan (Spencer Tracy) acompaña a un convicto en sus últimos momentos en el corredor de la muerte. Allí el reo le confiesa que de haber tenido otra infancia, no habría terminado de esa manera. Entre lágrimas le dice que nunca tuvo un amigo y que el reformatorio donde pasó su juventud solo sirvió para convertirlo en un delincuente. A partir de ese momento, el sacerdote dedica toda su vida a acoger niños huérfanos y marginados de las calles de Nebraska. Primero unos cuantos, luego fundaría toda una ciudad... "La ciudad de los muchachos". De entre todos ellos, solo uno parece ser inmune a los métodos del Padre Flanagan: Whitey Marsh (Mickey Rooney).

Las interpretaciones son extraordinarias, el ritmo te mantiene enganchado a la trama en los apenas 90 minutos que dura la historia, y la transmisión de valores humanos, sociales y religiosos son más que evidentes. Muchas de las historias contadas en los años posteriores beben sin duda de la fuente de esta original película por la que -insisto- apenas se nota el paso del tiempo. Si acaso se añora que valores tan importantes de la época como el honor o la honestidad hoy estén en desuso. El valor de la palabra dada o la coherencia entre lo que se cree, se piensa y se hace no viven precisamente sus mejores momentos. Más allá de este diferente contexto social -que no es menor, por cierto- la hiostoria en sí y la manera en la que es contada son completamente contemporáneas.

Algunas de las frases y diálogos que me parece merecen la pena ser destacados son las siguientes:
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jaime salado
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6
29 de enero de 2024
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Sugerente film el que hoy comentamos. Es de alabar el intento de tocar el tema de la fe de manera seria, sin frivolidades ni obscenidades. Su comentario merece un análisis reposado, alejándonos de los extremismos en los que suelen caer todas las críticas de cine de temática religiosa.

Con la promoción "El diablo sabe como corrompernos" ("Y tú, ¿crees en el Infierno?" en Latinoamérica) se abordan varios temas que parecen agitados en un cocktail de 100 minutos. La relación entre Fe y Ciencia, la posibilidad de fenómenos paranormales, las dudas de fe, la educación religiosa fundamentalista o el despertar sexual en la adolescencia encuentran cabida en una cinta a la que quizás se le puede achacar que presenta demasiados temas sin profundizar excesivamente en ninguno. Su temática es más bien el thriller religioso que el cine de terror de antaño, si bien su metraje no está exento de algún que otro sobresalto.

La dirección de la película corrió a cargo de Jacobo Martínez, en su primer y último largometraje hasta la fecha. Al ser un film con protagonistas en su mayoría adolescentes, el reparto está compuesto fundamentalmente por actores con poca experiencia delante de las cámaras, como María Romanillos, Alícia Falcó o Daniel Arias. Rompen esta tendencia los "padres" de la protagonista principal Urko Olazabal y Ruth Díaz, así como un magistral sacerdote interpretado por José Sacristán, quien parece estar en el mejor momento de su carrera si es que alguna vez no lo estuvo. Todo lo que toca lo convierte en oro, cual rey Midas. A pesar de tocar el tema de la adolescencia, es de destacar que el novel director sustituye la sexualidad explícita por una sensualidad que da lugar a la imaginación, en una tendencia que comienza a ser normal en el cine español, el cual parecía desconocer en la generación anterior de cineastas que es posible realizar un buen producto sin que los protagonistas tengan que mostrar delante de la cámara cómo se realiza un coito.

Vamos con el argumento. Los hechos se sitúan en Orense, Galicia. Laura Villegas es una adolescente acomplejada por una educación religiosa opresora y fundamentalista. Tras escaparse de casa y participar en una sesión de espiritismo, comienza a escuchar voces en su interior, mientras que en su cuerpo y a su alrededor comienzan a pasar cosas extrañas. Sus padres, quienes ya han perdido a otro hijo, acuden a través de la profesora de religión de Laura al Padre Olmedo, un exorcista que tendrá que discernir si el caso es susceptible de la realización de un exorcismo o está solo en la mente de la joven.

Lo primero que hay que comentar del film es que juega con la ambiguedad de estar basada en casos reales pero interpretados libremente por parte de los guionistas. Al comienzo de la película el espectador puede leer en pantalla estas tres frases:

A día de hoy, en España, 15 sacerdotes están autorizados para realizar exorcismos.
Para que puedan realizarlos, la posesión debe ser verificada por el Vaticano.
Esta película es una obra de ficción inspirada en las declaraciones de los implicados en los últimos casos de exorcismos documentados en España

No obstante esta afirmación, la película recuerda enormemente la figura del exorcista Jesús Hernández Sahagún, fallecido en junio de 2023 y protagonista de un un polémico exorcismo a una joven de 17 años en 2014 en Burgos. El sacerdote fue denunciado por violencia física y psicológica, lesiones graves, tratos denigantes e inducción al suicidio. No fue condenado por ninguno de estos cargos. La joven terminó con su vida en 2019, años después del juicio.

Vamos a comenzar el análisis con las pifias, que las hay y gordas. En primer lugar, y a pesar de que se supone que Laura acude a un colegio privado religioso (las paredes tienen cruces y sus padres supuestamente son del Opus) no lleva uniforme, lo cual no se corresponde con la normativa de ese tipo de escuelas. También en las habitaciones del hospital al que es llevado hay crucifijos, lo cual tampoco es creíble a no ser que se trate de un hospital privado. Precisamente durante la convalecencia de Laura, las enfermeras se dirigen a su madre como "Señora Villegas", lo cual no es una costumbre española sino anglosajona. Y por último, incomprensiblemente pues el párroco de Santa Eulalia de Lians (La Coruña), D. José Carlos Alonso Seoane aparece en los títulos de crédito como asesor en las cuestiones religiosas, los exorcismos se realizan con una estola verde, en lugar de la morada que prescribe el ritual.

A pesar de estos fallos (y algún otro que se me habrá escapado) en su conjunto el film es creíble, convincente y aporta abundante material para la reflexión espiritual posterior.

Vamos ahora a esa parte espiritual. La película está plagada de referencias religiosas interesantes. Una de ella son las oraciones de la protagonista. No es habitual ver oraciones en el cine español, así que me he tomado la molestia de transcribir la que a mi juicio es la más interesante, ya que la primera la hace coaccionada por su madre. Esta es la que realiza de manera libre:
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jaime salado
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7
25 de enero de 2024
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Me gusta todo tipo de cine, pero vibro especialmente con aquellas películas que transmiten valores humanos. La pena es que no abundan. En América es más fácil, supongo, hacer una película cargada de efectos especiales (que cuestan una barbaridad) que rebuscar guiones que merezcan la pena. En España (salvo escasas excepciones), como no hay tanto dinero, los efectos especiales se sustituyen casi siempre por escenas de cama con unos argumentos que dan pena o son casi inexistentes…

De ahí que cuando uno se tropieza con una película sin efectos especiales, sin violencia y sin sexo es como encontrar un mirlo blanco. Si además transmite valores humanos ya es para quitarse el sombrero. En estos escasos títulos uno consigue disfrutar de buen cine durante 120´ y termina el film con el deseo de ser más humano (y consiguientemente más cristiano…).

Robin Williams es un actor que solía escoger este tipo de películas. Yo ya había visto El Club de los Poetas Muertos (EEUU, 1989) Despertares (EEUU, 1990) y Mas Allá de los Sueños (EEUU, 1998), donde este intérprete de cara bonachona y un poco pánfila lucha contra la sociedad o contra la naturaleza misma de las cosas para lograr un buen fin.

Reconozco que Patch Adams (EEUU, 1998) se me había escapado de esa lista. Quizá porque no son películas rodeadas de un halo publicitario, pero lo cierto es que no la había visto hasta estas Navidades. Además de lo anteriormente dicho, añadir que esta basada en un caso real, lo que engrandece más si cabe su categoría.

Su argumento es muy atrayente: Un estudiante de medicina se rebela contra una educación deshumanizadora en la Facultad de Medicina. El Decano insiste constantemente en que la medicina no consiste tanto en el trato con los pacientes como en una eficacia curativa. En efecto, como bien refleja la película, todos los médicos quieren ejercer la profesión de Hipócrates para ayudar a los demás; pero casi instintivamente (para no sufrir ellos) se rodean de una coraza que los insensibiliza hasta el punto de nombrar a las personas por el número de habitación que ocupan o por la enfermedad que padecen. El desarrollo mezcla amor, comedia y drama en una ágil combinación. Hay frases de las de hacer oración con ellas; destaco un diálogo donde Robin Williams pregunta: "¿Para qué nos hacemos médicos?, ¿Sólo para retrasar la muerte o para lograr una mayor calidad de vida?" En este último punto se va a situar el amigo Patch, a intentar cambiar un sistema inhumano y deshumanizador… no os cuento el resto. Un apunte más: Casi al final de la película hay una bonita oración de rebeldía de Patch Adams frente al Dios creador. En ella pide explicaciones de porqué tanto sufrimiento en el mundo, oración que estoy convencido todos hemos hecho alguna vez.

Sólo deciros que seguramente, al final de la película, se os escape una lagrimilla… no os preocupéis, os habréis vuelto un poco más humanos y un poco más cristianos…

Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
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