Spielberg nos ha querido mostrar el drama y crudeza de la Segunda Guerra Mundial en un film de casi 3 horas, y para ello no ha escatimado en gastos ni en su buen hacer como director, tampoco ha escatimado en gastos de ketchup y vísceras.

Las escenas de acción en esta película son espectaculares, de las mejores sobre la guerra, pero luego están las escenas dramáticas, donde Spielberg más flojea según mi opinión. Diálogos y silencios excesivamente largos, desarrollo de personajes poco trabajado, los niños que siempre tiene que meter con calzador en sus películas, el soldado torpe es poco creíble, discusiones rozando la inverosimilitud, y patriotismo americano que no llega más allá de Estados Unidos.

De lo demás es una cinta inmejorable, por lo que es recomendable su visión... lástima que no haya cortado esa hora de metraje dramático que le sobra.

Alfred Kinsey es uno de los personajes históricos más conocidos, y polémicos, que con esta película biográfica los pocos que quedan sin saber quién es lo tendrán más fácil.

La historia resulta muy interesante, sin caer en demasiados excesos, y en todo momento da la sensación de ser más que una biografía. En esto ayuda bastante la gran interpretación del protagonista, el conocido actor Liam Neeson, que imprime al polémico Kinsey un acertado carácter de científico metódico y algo loco, y que equilibra el tema tabú, otras veces demasiado risible, objeto de su estudio, el de la sexualidad humana.

Estupenda película, cumple con creces todas las expectativas.

Como aficionado a la ciencia ficción, no pude perderme el estreno de Dune ni ahora el de Dune Parte Dos. La segunda parte continúa más o menos por los mismos derroteros que la primera, con algunos altibajos.

Esta Parte Dos es menos parecida a la de David Lynch, estrenada en 1984, que la primera. Aunque la versión actual sea más fiel al libro, estamos ante un remake de una película de culto. Los efectos especiales y el diseño de las naves, vestuario, paisajes y decorados son excelentes gracias a los medios técnicos actuales, y el director ha logrado una gran calidad técnica y artística. Sin embargo, un punto muy negativo del remake es que está dividido en dos partes. Si el problema de la primera parte era dejar toda la historia inacabada, la segunda parte resulta un tanto tediosa, con muchas escenas sobre la tribu del desierto, una especie de fundamentalistas palurdos con personajes rudos y guarros. También aparece Javier Bardem interpretando un personaje bastante tosco.

Mientras que en el Dune de 1984 mostraba escenas de crueldad de psicópatas quizás un tanto infantiles, en el remake son más visuales, recreándose en una crueldad más gráfica o más propia de psicópatas realistas. Las escenas más interesante son las batallas y la tribu de los Harkonnen, por lo psicópatas o sádicos que son, rompiendo el tedio de los principales protagonistas, los supervivientes de la aristocrática Casa Atreides mientras están junto a la tribu de los fundamentalistas palurdos, los Fremen. Además, han cambiado el entrenamiento de las armas de voz de la tribu del desierto que aparecía en la versión de 1984; ahora utilizan armas algo más convencionales como en la novela, o quizás para darles una imagen más seria. Por si faltaba algo, el final es mucho más abierto que el de Dune de 1984, como preparando una nueva parte o una serie de televisión.

En resumen, es una película de obligado visionado para los aficionados a la ciencia ficción, pero en mi opinión no es mejor que la cinta original de Dune. Aunque la cinta original de Dune fue un fracaso comercial, con el tiempo acabó convirtiéndose en película de culto, existiendo remakes realizados por fans que mejoran el guion o el montaje y que se pueden encontrar en YouTube. El remake es lo suficientemente digno como para abrir un debate sobre si es mejor que Dune de 1984, siendo un caso muy parecido al de las películas de Batman de Nolan, Superman o Blade Runner 2049.

Soy aficionado al género de ciencia ficción, en especial por culpa de la saga Star Wars, pero mi preferencia varió con la franquicia ya en manos de Disney y el episodio VII de JJ Abrams, que consiguió lo imposible al hacer buena la segunda trilogía, así que de Rogue One no me fiaba ni un pelo por mucho que hubiera cambiado de director y por muchas buenas críticas que tuviera. En cualquier caso fui a verla y no me ha disgustado.

Rogue One se sitúa entre el episodio III y el episodio IV, muy cercano en el tiempo al de la trilogía original, con personajes nuevos distintos a los grandes protagonistas de la saga, aunque por momentos aparecen algunas caras conocidas como Darth Vader, y otros actores digitalizados, que por cierto cantan mucho, estos actores reales hechos por ordenador siguen sin parecer creíbles. Darth Vader da igual porque el actor está detrás de una máscara, pero es que este Darth Vader también parece otro, se mueve y gesticula como un adolescente muy mal actor, muy alejado del carisma del original. Hasta aquí lo peor de la cinta, junto que en el guión la historia de los protagonistas no se hayan trabajado lo suficiente. El resto resulta una historia clásica, con un decente comienzo y desarrollo de la trama, y con un final más espectacular. Sin inventar nada nuevo, pero al menos está muy alejado del engendro de Abrams: viviendo del pasado, con los encuentros casuales absurdos, un malo niñato, y finalizando lleno de incógnitas, todo en ese tono general descarado a episodio de serie de televisión, que de siempre se ha tomado como un género menor.

Rogue One sí parece más una película clásica, el mayor problema puede ser que sus personajes son de usar y tirar. En cualquier caso es una película recomendable.

En ver "Vengadores: Infinity War" mi chica y yo coincidimos ya antes de llegar a la sala multicines, incluso más cuando vimos la cola, tontos de nosotros. A pesar de que no me disgustan las películas de superhéroes, y ella es fan de algunos de los actores o personajes protagonistas, esta es una de esas películas que tienen muchas buenas críticas y buena taquilla pero no se explica el motivo.

Una cinta que se limita a juntar escenas de una variopinta multitud de superhéroes, si ya no me convencieron del todo las anteriores cintas de Vengadores con "sólo" 5-6 superhéroes, en esta la forma en la que van apareciendo puede asemejarse a una secta, donde las bromas o frases grandilocuentes serían más bien actos de fe o ininteligibles para los espectadores neófitos, sin duda un gran ahorro de dinero y de esfuerzo mental para los productores y director. Algunos ni los había visto nunca, ni siquiera sabía qué pintaban ni qué poderes tenían, como Visión, a lo mejor lo dijeron en alguna frase que me perdí debido al tedio, así que ya no quiero ni pensar lo que le ocurrirá al espectador que no haya visto antes todas las películas de superhéroes anteriores. Otros superhéroes parecen puestos para agradar al público adolescente, como es el caso del nuevo y remozado Spiderman, al que siguen explotando cuando en la última película parecía un personaje para ir directamente al cajón del olvido, más infantil que nunca, o a los no menos numeroso sector de los perdidos en sentidos o poderes extramundanos, el mismo guión se basa en un malo que busca 6 gemas que le otorgarían poderes de estos abstractos. Aunque a grandes rasgos la historia puede parecer clásica, en realidad muy simple, el guión es atolondrado o lo cuenta muy mal. La guinda la pone el final, es evidente que no tiene y hay que esperar a la segunda parte.

En definitiva, a pesar del habitual despliegue de medios y efectos, es una de superhéroes decepcionante.