Llevar al cine la vida de Frances Farmer fue una tarea bastante complicada, ya que intentar equilibrar la vida de esta actriz no era una tarea fácil.
La elección de Jessica Lange para el papel principal diría que fue perfecta. Ella hace suyo el personaje de una forma que logra elevarlo por encima del resto. La manera en que transmite cada uno de los gestos, miradas y la forma de moverse son algo único, pero lo que más puede llegar al espectador es como logra mostrar todo el dolor del personaje. Esto, estimados cinéfilos, está a la altura de muy pocos en el star system, y es que esta es quizás desde mi humilde opinión la mejor interpretación dentro de la exitosa carrera de esta actriz.
El apartado técnico destacan dos nombres: John Barry y László Kovács. El primero realiza una gran aportación al film impregnando con su personal estilo cada uno de los momentos que su música lo precisa. El uso de la harmónica es el hilo conductor de la protagonista y a través de él vamos viendo todos sus estados de ánimo, lo que hace que la música sea parte importante de la interpretación. En cuanto a la fotografía, logra captar el estado de la protagonista a través de la luz la cual nos indica cómo se siente ella.
Desde aquí reivindico su visión ya que en su época, a pesar de ser nominada a los Oscars, no consiguió unos buenos resultados en taquilla. Apta para todos los fans de los biopics hechos con sensibilidad y que a pesar de tomarse algunas licencias, nos muestra que Hollywood no es siempre una fábrica de sueños...a veces es de pesadillas.

Cada nueva misión parece que quiere dejar atrás a la anterior. Para que cada entrega se supere, el trabajo que se tiene que realizar es titánico. Desde la cuarta hasta esta última, las mejoras han ido evolucionando a la velocidad de la luz, con un ritmo trepidante y que te deja pegado para ver estas nuevas aventuras.
Son dos horas y media de pura acción. Al equipo de siempre se incorpora Henry Cavill, el cual se une a la lista de grandes actores que han aparecido en esta franquicia.
El viaje de Mr Hunt a través del mundo nos deja secuencias con altas dosis de adrenalina, a la vez que sabe detenerse para explicarnos los sentimientos de los personajes.
Otro de los aciertos del film es la banda sonora a cargo de Lorne Balfe, que dota a las escenas con grandes dosis de acción (The Exchange) o con temas que nos muestran los sentimientos de los personajes (We are never Free). Quizás algunos la tildarán de tener un sonido similar a la de la saga de: El caballero Oscuro (Balfe fue músico adicional en esta saga).
Como puro espectáculo no defrauda en ningún momento, quizás a veces se hace poco creíble alguna secuencia, pero se le perdona debido a que el guion no deja al azar ningún aspecto.

Durante los años noventa, Bruce Willis se consolidó como uno de los nombres ligados al cine de acción. En este caso, la inclusión de un niño mantiene las dosis de acción aunque modificando un poco las bases del género.
La trama está perfectamente hilada y sin dejar ningún detalle al azar. Los protagonistas dan lo que se les pide y en el caso de Miko Hughes (el niño) su interpretación es más que correcta, tratándose de un personaje con TDAH. Bruce Willis también parece estar más comedido, mientras que en el lado opuesto nos encontramos con un Alec Baldwin que deja mucho que desear en su papel de villano.
Una de las cosas que ayuda a dar empaque al film es la banda sonora corre a cargo del gran John Barry, que en lugar de emfatizar la acción, decide centrarse más en el papel del niño, a través de melodias muy simples, pero de bella factura para los momentos de acción y misterio añade tonalidades que nos recuerdan a los films de la saga Bond.
Este largometraje es una oportunidad perfecta para disfrutar de un Bruce Willis con las dosis de acción justas, pero intentando hacer un papel decente.

Nuestros vecinos cada vez que estrenan algo buscan entretener al público de una forma diferente, pero en alguna que otra ocasión los resultados no son los esperados.
Los primeros veinte minutos son lo mejor del film, con una buena mezcla de comedia y drama, pero a medida que avanza la duración, el guion empieza a flaquear y no logran encajar las piezas como si de un puzzle se tratara.
Puede que el mayor logro del largometraje sea contar con unas buenas interpretaciones, pero que no logran llegar al corazón del espectador, que es quizás lo que buscaba esta película.

Realizada a finales de los setenta, esta podría consdierarse como la cinta más autobiográfica del genio neoyorkino.
El flm es un auténtico tratado de cómo evoluciona una pareja a través de los años. El director siempre ha sabido encontrar en este tipo de largometrajes, la que podríamos definir como su "quintaesencia".
Los diálogos son una de las mayores aportaciones al film: rápidos, con chispa y bien integrados a lo largo de todo el metraje (quizás hay alguno de foma aislado que no funciona).
Diane Keaton, logra la que quizás sea la mejor interpretación de toda su carrera. Ninguno de los dos parece que esté interpretando y eso le da un plus a todo el conjunto.
Con el paso de los años la película gana enteros, es igual de fresca a día de hoy que cuándo se estrenó ya hace unos cuántos años.