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España España · Barcelona
Voto de alex:
7
Thriller. Intriga. Drama. Terror Para intentar superar la reciente y trágica pérdida de su hija, el arquitecto John Baxter y su mujer Laura se trasladan a Venecia con el encargo de restaurar una vieja iglesia. Durante su estancia conocerán a un par de ancianas que dicen haber entrado en comunicación con su difunta hija y que les advierten de un peligro inminente. (FILMAFFINITY)
25 de octubre de 2009
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amplificar la condensada sustancia de un relato corto para adaptarlo a las exigencias de un largometraje: es este un procedimiento habitual que practicaron, entre otros, Alfred Hitchcock, cuyas películas Los Pájaros, Rebecca, o Jamaica Inn están inspiradas también –igual que la película que nos ocupa- en la narrativa inquietante de Daphne du Maurier. Pero el mítico y orondo director poseía una virtud nunca suficientemente valorada y que al parecer no tiene Nicholas Roeg: sabía rodearse de los mejores y más adecuados guionistas para sus proyectos. Si algo puede achacársele a “Amenaza en la sombra” es cierta falta de enjundia narrativa en gran parte de su metraje, compensada solo en parte por la habilidad de Roeg para crear atmósferas inquietantes a partir de un hábil montaje y una fotografía sugerente -se nota que Roeg fue director de fotografía antes que director- y en la que se perciben influencias del “giallo” (películas de terror italianas) y de directores como Dario Argento. Esta carencia, en principio disculpable o incluso elogiable considerada como rasgo de estilo (no todas las películas tienen por qué estar llenas de “sucesos” que otorguen complejidad a la trama), se ve agravada, sin embargo, por la falta de matices con que son mostrados los personajes principales y que provoca que la suerte de estos no acabe de afectar ni de preocupar lo suficiente al espectador (y eso que Julie Christie está estupenda).
Con todo, hay que reconocer que esta película tiene algo indefinible que hace que la recordemos. Tal vez uno de esos factores sea esa Venecia decadente y solitaria. O esa memorable escena de sexo, aunque arrebatada y romántica, quizá hoy ya un tanto tópica, pero sin duda rompedora en su momento. O esos flashes que, como en un rompecabezas, nos permiten atisbar una realidad caleidoscópica e inquietante en la que las formas se asocian simbólicamente y donde las causas y sus efectos -la lógica del tiempo mismo- parecen desvanecerse en un mundo dominado por misteriosos presagios.
alex
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