Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Naroa Lopetegi:
9
Drama. Romance Una joven universitaria finlandesa toma un tren hacia Moscú para ir al yacimiento arqueológico de Múrmansk. Allí tendrá que compartir su compartimento con un desconocido, un minero ruso. Esta convivencia y unos encuentros improbables unirán poco a poco a estos dos seres completamente opuestos. (FILMAFFINITY)
18 de abril de 2022
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
ARGUMENTO
Laura exhibe cara de palo durante una fiesta en casa de su novia, Irina. Ambas habían planeado un viaje en el Transiberiano hasta Murmansk, ya que Laura tiene mucho interés en ver los petroglifos rupestres de esa ciudad. Pero Irina al final no va a acompañarle, y a cambio nuestra viajera tendrá que lidiar en el compartimento nº 6 del mítico tren con un ruso impresentable que en la primera noche le pregunta si “vende su almeja”.

¿POR QUÉ LA ELEGÍ?

La retahíla de nominaciones y premios de esta película finlandesa independiente es abrumadora, incluyendo el Gran Premio del Jurado de Cannes. Las críticas apoyan la moción, con valoraciones unánimemente positivas. Y la sinopsis y el trailer no vaticinaban una de esas joyas áridas que hay que loar por postureo. Descubrir si tantas alabanzas eran merecidas resultaba, pues, imperativo.

DESDE MI PUNTO DE VISTA
Me sumo con entusiasmo al ejército de fans de ‘Compartimento nº 6’. Me atrapa desde el principio, disfruto cada etapa del viaje, y en todo momento tengo la sensación de estar en manos de un cineasta brillante. Veo que en Filmin tengo disponible ’El día más feliz en la vida de Oli Maki’, su anterior obra, y me la apunto para recuperarla.

Empatizo con Laura, la futura arqueóloga finlandesa, muy rápidamente. De hecho, en la primera secuencia de la película, cuando cae en la trampa que le tiende Irina, y queda en evidencia al atribuir a una sesuda autora rusa una frase que en realidad pronunció Marilyn Monroe. Luego descubrimos que Irina es su novia, pero que la jugarreta mayor que le ha preparado es reservar juntas un viaje en tren hasta la punta ártica de Rusia, y luego borrarse.

Como milito en el equipo de Laura, hablo en primera persona al decir que, pese a la deserción de Irina, nos subimos al Transiberiano (estamos en los años 90) para llegar hasta tierras siberianas con el objetivo de ver unos petroglifos pintados en el amanecer del arte humano. Cuando algo me gusta, soy lo suficientemente friki como para comprender sin ningún esfuerzo hacer semejante viaje con un objetivo tan pintoresco.

Ya en el tren, llegamos a nuestro compartimento, y nos toca compartirlo con Lioha, un auténtico patán. El primer fogonazo que me hace incrementar mi valoración del director llega en ese momento: nuestro vecino de litera es un impresentable, un zumbao… pero me cae bien. Y tengo la convicción de que eso es, exactamente, lo que el cineasta quería. Me tiene a su merced.

Arranca así una road movie difícil de comparar con cualquier otra que haya visto, pero que compite en buena lid con las mejores de su género. Y lo digo el mismo día en que he visto otra película itinerante, ’Las uvas de la ira’, que también ha entrado por la puerta grande en mi panteón de grandes experiencias cinéfilas. No pueden ser más distintas entre sí, pero, cada una con sus virtudes, ambas me han parecido sublimes. Hoy ha sido un gran día, no cabe duda…

Volviendo al Transiberiano, he de glosar un aspecto contradictorio de ’Compartimento nº 6’ que, en mi opinión, simboliza el éxito de la propuesta: analizados uno a uno, los diferentes episodios que nos narra la cinta tienen siempre una sombra de absurdo, de esperpento, de rareza. Pero, contra pronóstico, van calando poco a poco en mi ánimo no como boutades, sino como gotas malayas de un viaje inolvidable. Lioha no para de hacer memeces a lo largo de todo el metraje, pero resulta sorprendentemente adorable. Y Laura se desinhibe de un modo que no casaría con el personaje al que conocemos en Moscú, pero su transformación no chirría, la asumimos como un efecto del viaje, lo cual demuestra cómo nuestro Kuosmanen maneja con maestría el género que tiene entre manos.

Cuando el tren llega a su destino, todo el esfuerzo parece baldío, pero el guión nos reserva todavía unas últimas y estupendas sorpresas. Los petroglifos se hacen de rogar para luego defraudar cualquier expectativa, pero eso no altera en absoluto la importancia del viaje, no nos arrepentimos de haber llegado hasta allí. Hemos disfrutado tanto el camino, que el destino termina siendo lo de menos. Otro premio para el autor de la película, que le pone el broche definitivo a su triunfo con un final tan ligero como brillante.

Señor Kuosmanen: le reservo un sitio en mi lista de directores a seguir atentamente. Será un placer.

https://alliayeraquiahora.wordpress.com/2022/04/17/critica-de-cine-compartimento-no-6/
Naroa Lopetegi
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow