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España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
7
Thriller Madrid, agosto de 2007. Curro entra en prisión tras participar en el atraco a una joyería. Era el conductor, y el único detenido por el robo. Ocho años después sale de la cárcel con ganas de emprender una nueva vida junto a su novia Ana y su hijo, pero se encontrará con una situación inesperada y a un desconocido, José.
22 de marzo de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acierto pleno el de Raúl Arévalo en su primera película como director. Su nivel de transmisión nos hace pensar que es uno de esos proyectos que se creen todos cuantos colaboran en ellos, cobren más o menos.
El episodio de una venganza, que forma parte de una España profunda latente aún en el siglo XXI, está contado con un verismo que raya la autopsia. Curro, Ana, José, Carmen, Triana, Julio ..., son tan reales que seguro que esta mañana, mientras esperábamos el café o el autobús, se nos ha cruzado alguno como ellos.

Las cosas graves suceden en pocos minutos y, a veces, 8 años después, alguien, un buen día, decide que ha llegado la hora de rendir cuentas. Los tipos duros son plastilina en manos de quien tiene las cosas claras y poco que perder.

Tarde para la ira, mal que a algunos les pese, es una muestra del buen cine que se sigue haciendo en España; sobre todo cuando lejos de avergonzarnos de nuestras señas de identidad, sacamos provecho de ellas. Que es tanto como aprender de las debilidades y poner a trabajar al talento. Alberto Rodríguez, bien lo sabe Raúl, es uno de los últimos referentes de este arte sin complejos; y junto a él, otros como: Amenábar, Bayona, Rodrigo Cortés, Fresnadillo, Sorogoyen, ..., y en otros campos: Saura, Cuerda, Almodóvar, Alex de la Iglesia, León de Aranoa, Icíar Bollaín, los Trueba, Villaronga ... No, no estamos mal representados aunque algunos, torticeramente, se empeñen en ningunear un trabajo difícil y más que meritorio, en un país de envidiosos y falsos patriotas, tatuajes del alma también muy españoles.

A reseñar, entre las grandes interpretaciones, la de Manolo Solo (el Triana), el parlanchín dicharachero del gimnasio.
Sinhué
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