Baldwin y su amigo Toback nos cuentan su búsqueda de dinero para un proyecto arriesgado al supuesto templo del cine que es el Festival de Cannes. Mientras lo hacen, nos cuentan a través de sus opiniones (y de las de grandes como Scorsese) porqué hacen cine. Donde reside la pasión que les impulsa.

Pero claro: estamos en el siglo 21 y los beneficios cuentan más que otra cosa en esta era de franquicias, así que su búsqueda deviene en casi tragicómica y quijotesca petición de money a un montón de gente a la que el arte les importa tres puñetas.

Un documental tremendamente entretenido y con un poso amargo.

Lo recomiendo.