Nunca me ha gustado el cine de este hombre demasiado. Pero venga: demos otra oportunidad al chaval, que hay que ser justo.

Nada. Aquí las pegas son considerables: desde una pronunciación y sonorización de los diálogos lamentable (hay veces, especialmente con los actores más jóvenes, en que no se entiende un pimiento), pasando por extraños intermedios musicales torpemente editados -se que Arévalo quería insertar ramalazos made in Holywood, pero no es Ruíz Caldera y no sabe cómo hacerlo ni de lejos), pasando por saltos tonales algo toscos, cambios de comportamiento de personajes no muy bien justificados y revelaciones varias sin ninguna clase de punch específico para el espectador.

Vaya, que la cosa es un tótum revolútum. El cineasta parece haber arrojado un montón de elementos al aire y cruzar los dedos para que aterrizaran bien

Pero no. Entre fútbol, amores varios y elementos paternofiliales, la película no cuaja.

Vamos, que no me ha gustado.