Me uno a las críticas que refuerzan la idea de que hay cine gamberro, para hacernos reir, con calidad. Siendo vasco al ver la película pensé que había muchas cosas para los que somos de aquí (la escena del lehendakari negro fue de los más comentado e impagables comentarios), pero su planteamiento es mas amplio, es impresionante la primera escena de Argiñano y la tortilla rusa, de ahí para delante el elenco de actores que aparecen no son nada despreciables y a pesar del enfoque sarcástico me parece de lo mejor que se ha visto por estos lares. El cocento es el que es, pasarlo bien viendo cine, la he visto alguna vez más pensado que bajaría el nivel de cuando la vi por primera vez, pero me gustó aún más, más si cabe la cantidad de obras maestras que hay por ahí que resultan bazofia aburrida para pseudointelectuales. Impagable verla con colegitas y sustancias psicotrópicas diversas. ¿y luego Torrente es un peliculón?, en fin.