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España España · Zaragoza
Voto de Amor Perro:
3
Drama Kim Ki-duk ha rodado íntegramente en Europa su nueva película. Su cámara sigue la extraña e inquietante odisea de una joven coreana que llega a París en busca de una persona a la que tiene que seguir hasta Venecia y Avignon. Un misterioso personaje que se oculta tras una máscara antigas la sigue a todas partes y la acosa sin cesar... (FILMAFFINITY)
20 de setiembre de 2011
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El que fuera uno de los cineastas más sorprendentes y talentosos de los primeros años del presente siglo, Kim Ki-duk, o bien se ha relajado momentáneamente aceptando manchar su filmografía, o atraviesa una muy preocupante crisis creativa –ya percibida en ciertos detalles de sus últimas películas- que le ha llevado a parir y traer a la Sección Oficial del Festival de Cine de San Sebastián (aunque estar en ella no es culpa suya…), una verdadera estafa.

Durante unos larguísimos y a menudo desesperantes 73 minutos sólo asistimos a ver la odisea de una chica que busca incansablemente, por distintas ciudades europeas, al que suponemos su novio para comunicarle algo importante, y cuya reacción al conocer por no se sabe quienes que ya no está en la ciudad y que se ha ido a otra (los vecinos siempre tienen mucha información y ella sabe perfectamente dónde acudir a ellos…) se limita a gritar su nombre en las calles y plazas por aquello de que quizá suene la flauta y la oiga… Tras no obtener respuesta (…) viaja con el dinero que un misterioso benefactor con una máscara de gas (reconozco que este detalle tiene cierta coña y ayuda a sobrellevar el difícil visionado) le deja cuando se ve obligada a mendigar para comprar sus numerosos billetes de tren, con lo fácil que le hubiera sido apuntarse directamente al Interrail...

En fin, coñas aparte, si no fuera por algunos pequeños detalles visuales que siempre ofrece su otrora inspiradísimo autor, un producto como "Amén" (que parece realizado para mayor escarnio con un teléfono móvil y que no tiene el más mínimo tratamiento de sonido, resultando de esta manera desagradable no solo visualmente -por el amateurismo radical de la propuesta- sino también audiovisualmente), sería directamente para tirarlo y despreciarlo por completo.
Amor Perro
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