Momentos malos en el filme hay muchos, pero me voy a centrar en uno, cuando Amleth le confiesa a su madre en la cabaña que él es su hijo perdido, que ha vuelto para vengar la muerte de su padre y salvar a su madre.

No digo que Nicole Kidman se ponga a dar saltos de alegría, pero es que la mujer le suelta en un momento un chorreo que le hunde la vida al muchacho. "Tu padre era un pezado desgraciado al que le tenía un asco muy grande, así que fui y le imploré a tu tío que se lo cargara, y de paso a ti también, ya que estaba. Te libraste porque sino no habría peli. Tu tío me ponía burra, me casé con él y tuvimos un hijo fruto del amor, al que quiero un montón, no como a ti porque fuiste concebido por una violación por parte del asqueroso de tu padre. Porque yo te dije que era de alta cuna, pero era mentira, fui raptada y me hicieron esclava. Y no soy rubia natural." Claro, a estas alturas el pobre Amleth está alucinando pepinillos. Se cortó el pelo a la taza y se hizo un tattoo pá ná. Pero aún hay más. Su madre lo ve buen mozo y le suelta que si mata a su tío y a sus dos hijos, ellos dos se pueden arrejuntar para gobernar juntos la aldeílla y a sus desarrapados habitantes. Llegados a este punto Amleth está que si la mata que si no la mata. Está indeciso porque la profecía hablaba de matar al tío pero no decía nada de matar madres. Al final se marcha furioso de la cabaña sin hacerle nada. Pero según va pasando el tiempo, se queda rumiando las palabras de Nicole: "Uy, qué feo eso que me ha dicho. Ná, la mato." Y le da matarile a la madre, a su medio hermano, y al que no es nada hermano. Y a la guinda del pastel, su tío, lo emplaza a un duelo al amanecer, en pelotilla picada, para que se vean los resultados de las horas echadas en el gym. Se matan el uno al otro y fin de la peli.