Ese es el problema, que me ha dejado fría: ni me he divertido, ni me he emocionado, ni he disfrutado buenas escenas de acción, nada. Es una sucesión de escenas planas con historias planas de personajes planos.

Normalmente en una película de superhéroes, siempre hay alguna escena, por ser divertida, emotiva, o una pelea increíble, que me apetece ver de nuevo, incluso varias veces. En esta película no hay nada que me apetezca repetir. Ni me apetece ver más de este grupo.

A ver, tiene unos buenos efectos especiales, que no me han rechinado. Pero de efectos especiales no vive el cine. A pesar de haber un par de giros, te lo tomas igual que los personajes, como si te dijeran que hay que cambiar la hora, con un “ah, vale”. Y ya está.

Como ya han dicho, la película más inclusiva de Marvel, por incluir, es la primera que incluye una escena de sexo (que sobra por soporífero). Hay más mujeres, diversas razas, un árabe que no es terrorista, una pareja homosexual. Pero estos personajes resultan muy antipáticos. Parecen de la aristocracia de los superhéroes, que miran por encima del hombro y hablan con condescendencia de la humanidad. En especial el personaje de Salma Hayek resulta insufrible.

Las interpretaciones están a la altura de las películas de sobremesa que ponen para que tú te eches la siesta. Son artificiales, con esa lagrimita para decirle al espectador que se trata de un momento triste. Y hay que decirlo, porque como todo el desarrollo es tan monótono, te tienen que avisar de esos momentos. No he visto personajes, he visto a unos señores y señoras que han cobrado mucho por ponerse trajes raros y soltar unas frases.

Algo en lo que se nota esa falta de interpretación es la total ausencia de compenetración. Se supone que son gente que lleva junta varios miles de años, y parece que se acaban de conocer.

Por cierto, en los cómics la pareja eterna son Sersi y Makkari, pero aquí Makkari es una mujer, y ya estaban servidos de homosexualidad. Además, teniendo en cuenta el uso (estúpido) que le dan a esa historia de amor, por eso lo cambian.

La trama de los desviantes está desaprovechada. Y los eternos son mucho menos poderosos que en los cómics. Muy chof.

Y hay que hablar de los diálogos, ahhhhhhh, por favor, con esas frases hechas tan manidas de la verdad os hará libres, la humanidad es hermosa a pesar de sus defectos, blablablá. De nuevo unos diálogos planos, con emociones planas. Así cuando quieren hacer un chascarrillo, resulta forzado, sin gracia, e incluso molesto.

¿Cómo va a gustar una película en la que todo resulta monótono y artificial (incluidas las caras plastificadas de algunos y algunas)? Todos los personajes reaccionan ante todo lo que pasa o de lo que se enteran con total impasibilidad. En vez de los eternos deberían llamarse los estoicos.