Gran película, algo diferente, y menos pastelosa y lagrimera que muchas de las que se han tratado sobre el tema tan doloroso como es el cáncer, en la que a todos nos toca la fibra, ya que esto es una lotería invertida a la que nos puede tocar y una enfermedad que te reconcome.

El film en sí, tiene un arranque brutal, con unos diálogos sacados de los mejores guionistas, pero la película le pone un freno al llegar a su segunda mitad, en la que sin dejar de tratar el tema del bicho, empieza a rebuscar al pasado de la pareja y sus mínimas rencillas, si hubiera hurgado mas en lo que de el cáncer trata, y que la primera parte lo desarrollan extraordinariamente, la película hubiera sido de 10.

Así y todo, Hope, engancha, te maravilla y no te suelta, porque como he dicho antes, nos puede tocar a todos.

Hay una frase impactante, en la que Anya le dice a su marido, que ahora no vas a llevarme al altar a casarte conmigo, si no a mi funeral. Espeluznante en su contexto.

Eso sí, de 10 no bajan la interpretaciones de Stellan Skaargard y Andrea Braein Hovig dándoles vida a Thomas y Anya. Skaargard es de sobra conocido, pero Andrea está espectacular, superando con creces al bueno de Stellan, que ya es mucho decir. Impresionantes los dos.

Los secundarios, cumplen sin mas exigencias.

Bien por el cine noruego, por estas producciones.

Lo mejor: Los actores principales y sus grandes y realistas diálogos, sin dudarlo.

Lo peor: Quizás pierda un poquillo en cosas mas banales, perdiendo el foco de lo que debería tratar mas directamente el tema.