Para qué mentir, cuando fui a ver la película pensé que sería una historia un amor como cualquier otra con un final predecible. La ostia en la cara que recibí al verla aun me está dejando marca a día de hoy. Es una historia repleta de música que deleita tus oídos , basada en la esperanza y en mandar a la mierda a los "lobos del dinero" que controlan el mercado musical, creando un disco con participantes altruistas, rodado de forma peculiar, y con canciones con grandes sentimientos tras sus letras.
Todos los personajes de la película son mostrados de una manera muy cercana, con problemas del pasado que les atormentan a día de hoy, mostrando que juntos, y con intención todo es posible.
Una película muy recomendable si te gusta la música, y si detestas a los personajes sin espadas de Damocles en sus cabezas.