El profesor chiflado, versión pueril y superficial, en el peor sentido de ambos términos, del clásico de Stevenson Dr. Jekyll y Mr. Hyde, es malísima. A pesar de que mis expectativas no eran muy altas, me ha decepcionado igualmente. Esperaba encontrarme con una comedia ligera, que aun alejada de ser una obra maestra, no careciera de cierto encanto que justificara la valoración por parte de algunos críticos especializados como una película divertidísima. Pero mis livianas esperanzas se desvanecen muy pronto. En cuanto se nos presenta un personaje irritante y ridículo, y se empieza a desarrollar un guión que me toma por tonto, sé que me costará terminar la película. Una serie de gags sin ninguna gracia, apenas integrados en una historia sin sentido confirman mis sospechas...y ya cuando este producto de consumo llega a su supuesto cenit con la aparición del alter ego del desesperante profesor, tras una secuencia insufrible de sucesivas transformaciones en distintos engendros, decido hacer caso a lo que llevaba tiempo sugiriéndome mi instinto, y cambio definitivamente de canal.
Pero donde yo veo superficialidad y simpleza, otros aprecian una deliciosa sencillez...y lo que a mí me parecen insulsas situaciones carentes de humor, otros entienden que son hilarantes chistes llenos de arte...así que, aunque me resulte inconcebible, esta película es para muchos una comedia imprescindible. Esto es lo que la hace influyente, y a mí especialmente poco indulgente: De aquellos polvos, los lodos en forma de Georges de la jungla, Máscaras,y la infinidad de bodrios a los que esta mediocridad ha servido, sirven y servirán de modelo. De un profesor tan chungo pueden sólo salir pupilos chungos.