A partir de la novela homónima de John Le Carré, que tantas historias de espías ha proporcionado al cine, el director australiano establecido en Estados Unidos, Fred Schepisi construyó esta película, aprovechando que, con la Perestroika (estamos en 1990), ya se podía rodar con cierta libertad en la URSS. Una vez más, se trata de la confrontación entre sistemas, la guerra fría, pero aquí ya en su término, cuando incluso las propias partes en litigio saben hace tiempo que tal "guerra" está zanjada, y sin embargo algunas de sus consecuencias, particularmente la carrera de armamentos, se han constituido en mecanismos relativamente autónomos que precisan de pretextos que las justifiquen. Es la gran mentira, que dicen los rusos vencidos como soviéticos y en trance de reorganización, y que los del otro lado, particularmente en el Pentágono, necesitan continuar alimentando para que no decaiga la inversión masiva en armas.