Haz click aquí para copiar la URL
España España · Xanadú
Voto de Orson_:
8
Western. Drama John Russell (Paul Newman) secuestrado y criado por los indios apache desde cuando era un niño, es ahora un hombre comprometido con su tribu a la que ha aprendido a apreciar y a respetar profundamente. Queriendo vender una casa que ha recibido como herencia, Russell viajará en una diligencia, en compañía de siete personas de diferentes rangos sociales, entre los cuales podrá ver una amplia radiografía de la sociedad a la que, con ... [+]
11 de agosto de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ocurre a veces que uno se acerca a una película sin muchas expectativas, por recomendación o curiosidad, y se lleva una sorpresa agradable. Eso me ha ocurrido con "Hombre", una peli sobre la que no tenía más referencias que el prestigio de Martin Ritt y sus apreciables colaboraciones con Paul Newman, como "Hud", "El largo y cálido verano" o "Un día volveré".

Pasando por alto el hecho de que el personaje de costumbres apaches sea interpretado por alguien con la belleza arrebatadora de Paul Newman (Hollywood no tiene remedio), la historia de este grupo de personajes que se aventuran en un viaje en diligencia para emprender una nueva vida me ha encantado. En apariencia es un western de los que se hacían a finales de los 60 y 70, con su mensaje reivindicativo sobre los indios, el gusto por mostrar el oeste lo más sórdido posible, mucho polvo y arena, mucha suciedad y sudor en los personajes, paisajes rocosos y montañas escarpadas, y música intimista sin pizca de épica. Muchas de las constantes del que se ha llamado western crepuscular, aunque aquí no acentúe la condición lánguida o decadente tan presente en otras obras.

Martin Ritt, al que nunca he tenido por un virtuoso de la cámara, pero sí por un director sólido que sabía contar historias de forma magnífica sin perderse en florituras, está realmente fino en su acercamiento a los personajes y continuas tomas subjetivas que nos convierten en uno más del grupo. Ahí reside uno de los aciertos del film, el guión y los personajes, que la encumbran por encima de la media de westerns de la época.
Algunos diálogos son meritorios, como el que mantienen la casera con el sheriff acerca del matrimonio, un monólogo de una sinceridad y razonamiento que abruma, o la conversación entre todos los protagonistas encerrados en la cabaña de la mina, en la que discuten sobre la vida, la muerte, la toma de decisiones y las responsabilidades que conllevan, que contiene una altura de disección ética y moral que uno no espera encontrarse en mitad de estos polvorientos parajes. Y más aún resonarán en nuestra cabeza las palabras de los protagonistas cuando veamos el desenlace final de los acontecimientos.

Incluso he creído percibir aroma a cine negro en toda la escena final, los viajeros sitiados en la mina abandonada, negociando con los forajidos y discutiendo entre ellos las decisiones oportunas, con la sensación flotando en el ambiente de que no habrá mas salida que la del enfrentamiento a tiro limpio.

En un reparto coral de interpretaciones convincentes y algunas de ellas magnéticas, el personaje de Paul Newman destaca sobre el resto por su toma de liderazgo en el tramo final, pero el acompañamiento que recibe es de auténtico lujo. Diane Cilento como mujer curtida de experiencia que llama a cada cosa por su nombre con su acento tosco, el despreciable Richard Boone, el caballero Fredric March que disimula su mezquindad bajo chaqueta y corbata, o el honrado Martin Balsam de raíces hispanas que siempre intenta hacer lo correcto. Todos en el fondo son personajes que ya hemos visto alguna vez en el amplio repertorio del género, quizá por eso el personaje que da título al filme sea el más atípico de todos, el hombre blanco que se ha criado entre indios, y que prejuzgado por sus congéneres como un salvaje, acabará dando lecciones de humanidad y compañerismo.

Una película con una carga moral imborrable. Ha sido una delicia descubrirla.
Orson_
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow