Antes que nada quiero aclarar que no he leído el libro, por lo que esta crítica la haré en base a la película, no sé en cuanto a adaptación cómo habrá sido, pero juzgando por los gritos y los aplausos de la sala, creo que fueron fieles a la historia original.
La historia se centra en Quentin (Nat Wolff) un chico que toda su vida ha estado enamorado de su vecina Margo (la hermosa Cara Delevingne). En su niñez fueron cercanos, pero al crecer sus caminos se separaron, Margo era una aventurera y Quentin alguien conservador: escuela, amigos cercanos, familia, nada extravagante. Sus caminos vuelven a unirse cuando una noche Margo irrumpe en su departamento y le pide que sea su cómplice en un plan de venganza. Quentin, temeroso al principio, termina accediendo y pasando la mejor noche de su vida.
La evolución del personaje de Quentin desde aquella noche es muy bien representada por el actor, poco a poco se va dando cuenta que la felicidad no es el destino, la felicidad es el camino. Nat Wolff hace un excelente trabajo, le cae como anillo al dedo el papel de chico tonto estúpidamente enamorado de la chica linda. Cara destaca menos, pero cumple con su papel, no es la típica chica popular de todas las películas, más bien representa un mito, una leyenda, una aventurera de cuyas hazañas todos hablan.
Un punto fuerte de la película, es que a diferencia de muchas historias de amor juvenil (donde todo gira alrededor de los amantes, dejando a los secundarios sin carisma ni participación destacada) le da un buen uso a los secundarios. Ben (Austin Abrahams) y Radar (Justice Smith), los dos mejores amigos de Quentin, se roban el show en más de una ocasión con sus diálogos y bromas, ellos al igual que Quentin emprenden un viaje el cual cambiará por completo sus vidas.
Todos deberíamos perdernos por lo menos una vez en la vida, hacer cosas nuevas. Me ha encantado ese mensaje, viene como anillo al dedo en un mundo donde hoy en día nadie quiere salir de su zona de confort. Recomendada para verla entre amigos.

Celerino Rivera @007_cele