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España España · LAS PALMAS DE G.C.
Voto de RICKDECKARD:
2
Thriller. Intriga El doctor Jack Gramm (Al Pacino), profesor universitario y psiquiatra forense del FBI, recibe una amenaza de muerte en la que le dan sólo 88 minutos de vida. Todo parece estar relacionado con John Forster (McDonough), un asesino en serie de mujeres, a cuya condena contribuyó Gramm años antes. (FILMAFFINITY)
15 de junio de 2008
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jack Gramm tiene 88 minutos para atrapar a un peligroso asesino en serie. Nada nuevo para un eminente psiquiatra forense del FBI además de profesor en la universidad de Seattle en donde se dan patadas por asistir a sus clases. Lástima que el crimen que tiene que evitar sea su propio asesinato. Punto de partida más visto que un anuncio de compresas. Estamos ante otra más del género "asesinos más malos que la quina”, género abierto por Jonathan Demme con El silencio de Corderos (1991).Trama clásica en la que los cazadores de malos, se convierten de repente en la presa.
Al Pacino se embarca en esta historia más que flojita de guión, interpretando al protagonista. El doctor Gramm y su análisis del asesino en serie de mujeres Jon Foster hacen que la silla eléctrica sea su destino inmediato. Mientras espera en la milla Verde, alguien imita todos sus asesinatos al pie de la letra y de la sangre. Un escenario que hace a todos dudar de la efectividad de los análisis del buen doctor.
Los alumnos de Gramm tratan de echarle una mano pero atentos porque más de uno parece llevar la palabra culpable escrita en la frente.
Un argumento vacío lleno de huecos que no se llenan. Personajes poco carismáticos. El asesino esta a años luz de Hannibal Lecter y sus discípulos y Al Pacino dista mucho de, por ejemplo, aquel policía de Melodía de Seducción (1989).
El director Jon Avnet nos lleva por la senda del telefilme barato ò de un capítulo de la serie de televisión Asesinos Rituales. Queda demostrado una vez más que no es suficiente tener a Pacino al frente de un reparto para que la cosa funcione.
A saber de grandes fiascos con Al de protagonista. Un Domingo Cualquiera (1999), Simone (2002), Insomnio (2002) o la increíblemente olvidable Relaciones Confidenciales (2002). También es cierto que son rollos sin precedentes en la historia de la humanidad en un mar de aciertos. Y es que Pacino está dentro del club de los llamados “puretas con careto”. Algunos destacados miembros de este selecto club son Robert de Niro, Jack Nicholson o Harvey Keytel.
88 minutos se deja ver pero poco más. Deseas el final de una vez pero no para que te aclaren la supuesta compleja trama que han tejido en torno a los personajes, sino más bien, para demostrar una vez lo previsible y agotado que comienza a estar el género de Asesinos complicados.
Policía en Serpico (1973) o narcotraficante en El Precio del Poder (1983). Pacino siempre gusta. Y gustará seguro en Righteous Hill que dirige el lumbreras de Tomates Verdes Fritos (1991), que casualmente es el que firma 88 minutos. Lo bueno es que en esta ocasión le acompañará otro “careto”, el de Robert de Niro. Y en esta ocasión prometen compartir plano y todo.
RICKDECKARD
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