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España España · Barcelona
Voto de Cinezin:
6
Comedia. Fantástico Cuando dos amigos no muy inteligentes encuentran una mosca gigante, viva y atrapada dentro de un coche, ambos deciden entrenarla para ganar dinero con ella.
6 de julio de 2021
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Si elaboramos una lista de los directores más representativos de la comedia negra y absurda, Quentin Dupieux debería aparecer. Toda su filmografía está formada por películas o, en ocasiones, mediometrajes con historias absurdas, pero muy interesantes y, algunas, hilarantes. En esta ocasión, después de utilizar una chaqueta de piel de ciervo como Macguffin, ahora centra el foco en la aspiración de dos amigos inútiles por adiestrar una mosca gigante.

Esta historia no requiere mucho más que relajarse y reírse con las vicisitudes de Serge y Manu, ambos muy bien interpretados por Roméo Elvis y Grégoire Ludig. Sus personajes son torpes, estúpidos y muy bobos. Ambos deciden emprender una aventura, que ni ellos mismos se creen, que consiste en realizar una entrega de un maletín a cambio de unos euros. Durante el viaje, tras haber robado un coche al azar, se dan cuenta de que en el maletero puede haber alguien dando golpes para salir. No obstante, este «alguien» se convierte en «algo» y consiste en una mosca gigante y viva, ocasionando unas reacciones de incertidumbre y misterio en los dos Mortadelo y Filemón (parecidos razonables). Los dos deciden ganar dinero, adiestrándola, como si fuera un perro, hasta que se les va de las manos.

Con esta premisa, el público asistente a la proyección de la nueva comedia de Dupieux se verá envuelto en una entretenida y divertida comedia absurda que, entre un gag y otro, le da tiempo para realizar una crítica social. En la película se critica tanto a la clase alta como la baja, pero reflejando que la baja tiene un objetivo a conseguir (presentar la mosca a un concurso para ganar dinero) y la alta es pasiva, sin ambición, dispuesta a quedarse en su monotonía. Es en esta contraposición cuando la película crece. Sin embargo, la risa es subjetiva y, en opinión personal, no se convierte en una de las mejores comedias absurdas (como sí lo hace Toni Erdmann o Swiss Army Man), puesto que me esperaba un metraje mucho más hilarante. Aun así, cumple con sus objetivos y sigue demostrando que Dupieux es un maestro de la comedia negra/absurda.

Lo bueno: los momentos de Adèle Exarchopoulos y el gag final.
Lo malo: como pasa en lo absurdo, puede gustarte mucho o puedes odiarla.

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