Haz click aquí para copiar la URL
España España · Santa cruz de Tenerife
Voto de pakos:
10
Drama. Romance Historia de una joven perteneciente a una familia inglesa que vive en la India en la época de la posguerra. Allí conoce por primera vez el amor, la pérdida y todas las emociones propias de la adolescencia. (FILMAFFINITY)
24 de junio de 2018
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
En El río (1951),todo fluye, sigue su curso, la vida está más allá de "nuestra circunstancia" que diría Ortega, son los ciclos, la primavera como metáfora del renacer, de la afirmación de la vida que refuta a la muerte..la diosa Kali, diosa de la destrucción pero también de la resurrección, todo muere pero todo también renace, cualquier cosa es dios, una piedra, un árbol,el viento...y el río con su sempiterno curso, negando a la muerte, el cuerpo sin vida ya y purificado por el fuego va a parar a sus aguas, el atman ( el verdadero yo que se identifica con Brahman, con el Absoluto), la vida verdadera, sin el velo de Maya, hemos trascendido la muerte, la negamos. La cámara no necesita moverse, embalsama el tiempo, prioriza la contemplación, un eterno y puro presente ante nuestros ojos, hoy es ayer, el ayer no existe, un nuevo niño nace, la vida se reafirma, ¿qué importancia puede tener la muerte si salvamos el escollo de nuestras ficticias identidades (y más hoy, un disfraz inventado por las modas)?. Dan ganas de abrazar el universo entero, anegarse en ese río, ser árbol, renacer, ser niño siempre (la pérdida de la inocencia es nuestra primera fractura y, cierto, nos pasamos la vida, sin percatarnos, contemplando con enfermiza nostalgia ese "paraíso perdido", allí no existía la muerte, se vivía un presente puro, fuimos eternos sin saberlo y, sobre todo, siempre nosotros mismos, puros, sin máscaras , sin ese "pudor de existir" (Pessoa). "¿Cómo podéis comer si un niño ha muerto?, le recrimina la adolescente poeta a los padres y el padre responde que todo tiene que seguir y que incluso ese niño fue bienaventurado al no tener que crecer y sufrir todo el drama y los sinsabores de cualquier vida. Y continúa el padre con su reflexión "Los niños son felices como los animales, viven sin esconderse, sin vergüenza, ¿por qué tenemos que lamentarnos de su pérdida?, celebremos que no hayan tenido que crecer". El capitán lisiado le pregunta a Mr. John que en qué cosa cree y Mr John le dice, esbozando una ligera sonrisa, que él practica el "digestionismo".."contemplo un árbol y luego digiero lo que me transmite" (!qué triste es ver hoy que lo único que mira la mayoría son sus tatuajes o la pantalla de un móvil!)...Ah, y el amor de estas tres adolescentes, no lo olvidaba, con la posesión, con los celos, el conocimiento del dolor ( el despertar a la vida paradójicamente empuja a un intento de frustrado suicidio a la jovencita poeta)...,hemos crecido, con la pérdida de la inocencia lo hemos perdido casi todo, por eso esta maravillosa película se cierra en el ciclo que afirma la vida, ahí está el subyugante colorido de la primavera, otro niño nace..el río fluye, la muerte es una ficción más...
pakos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow