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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
8
Serie de TV. Bélico. Drama Miniserie de TV (2013). 3 episodios. Calificada como la "Hermanos de sangre" alemana. Berlín, verano de 1941. En plena guerra, cinco jóvenes amigos alemanes se reúnen para despedirse antes de marcharse a sus respectivos destinos: dos hermanos, Wilhelm (Volker Bruch) y Friedhelm (Tom Schilling), partirán al frente del este. Charlotte 'Charly' (Miriam Stein), enamorada de Wilhelm, desea también servir a su patria como enfermera en el ... [+]
23 de noviembre de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente miniserie alemana ambientada en la II Guerra Mundial. Frecuentemente comparada con las superproducciones marca HBO “Band of Brothers” (Hermanos de sangre, 2001) y “The Pacific” (The Pacific, 2010), convendría, sin embargo, matizar tan acomodaticia equiparación.
En primer lugar porque, no obstante el lujoso diseño de producción, no encontraremos en “Unsere Mütter, unsere Vätter”- título original, “Nuestras madres, nuestros padres”, que palidece al lado del lirismo fatídico que dimana la vigorosa versión patria del mismo, “Hijos del Tercer Reich”- el abrumador despliegue de medios visto en aquellas.
En segundo lugar, y probablemente derivado de lo anterior, “Hijos del Tercer Reich” evidencia un esfuerzo mayor en la elaboración de los personajes y de la propia historia.
Si en los dos paquidermos de referencia- sumamente atractivos, todo sea dicho- asistíamos a la sucesión casi ininterrumpida de glorias protagonizadas por la aerotransportada y el cuerpo de marines americanos, aquí toparemos de bruces con una cuota generosa de las miserias sufridas por la “wehrmacht” en el infausto frente ruso. Nos remite así a la escalofriante- y no sólo por lo obvio, climatológicamente hablando- “Stalingrad” (Stalingrado, 1993), más que a la espectacular- tanto en lo bueno como en lo malo, en la salud y en la enfermedad- “Saving Private Ryan” (Salvar al soldado Ryan, 1998), modelo para buena parte del cine bélico posterior y, qué duda cabe, para “Hermanos de sangre” y “The Pacific”.
Ni que decir tiene que tampoco se agrede al intelecto del espectador con el maniqueísmo aún hoy- increíble, pero cierto- acostumbrado en producciones de este pelo. Y es que ni los 12 millones de soldados alemanes movilizados eran enloquecidos nazis brazo en alto- en cuyo caso todo hubiese acabado mucho antes, y no precisamente con la victoria del “Reich de los mil años”-, ni los crímenes de guerra patrimonio exclusivo de aquéllos- está documentado que las represalias soviéticas poco tuvieron que envidiar a las tropelías perpetradas por sus invasores-. De hecho, hay tramos en que se hace difícil no empatizar con algunos de sus padecimientos, no por buscados y- hasta cierto punto- merecidos, menos lacerantes.
En cuanto a los jóvenes protagonistas, entregan una correcta interpretación de sus respectivos personajes, dotados de una complejidad psicológica muy de agradecer. Comparados con el intachable superhéroe al mando de la compañía “Easy” en “Hermanos de sangre”, o la baraja de planos estereotipos que recorren “The Pacific”, los cinco “Hijos del Tercer Reich”- Wilhelm, Friedhelm, Viktor, Charlotte y Greta- presentan una hondura inaudita. Todos ellos llenos de aristas más o menos cortantes, con las que hieren y son heridos en la evolución implacable que es la vida misma, dramática en sí, trágica en ocasiones- mucho más en medio de una guerra tan horrible-, hasta el desvelamiento final- caso de obrarse el milagro de la supervivencia- de las exhaustas facciones de la derrota.
Como se ve, a veces las comparaciones resultan si no odiosas, sí un tanto precipitadas. “Hijos del Tercer Reich”, insisto que posiblemente haciendo de la necesidad virtud, opta por cargar las tintas, y con sumo acierto, en el aspecto más humano, la “intrahistoria”- cinco “intrahistorias”, diría-, de la cruentísima, inhumana- valga la antítesis-, II Guerra Mundial; a diferencia de la pirotecnia un tanto heroicista – me perdonarán el cacofónico neologismo- en que se apoyan las- a su modo- también brillantes “Hermanos de sangre” y “The Pacific”. A quien espere esto último, por cierto, no cabe sino advertirle de una más que probable decepción.
Carorpar
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